EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
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Frío o caliente, el chocolate es uno de los placeres de la vida. Texturas y sensaciones que se revelan en la boca capaces de provocar sensaciones de bienestar intensas y placenteras. La cultura ha impuesto el chocolate como desayuno, postre y merienda o simplemente como una tentación a la que resistirse es casi una misión imposible. El restaurante Café La Bolsa del Hotel Molina Lario da una vuelta de tuerca propone una nueva modalidad de consumo de este manjar: una cena con cata de chocolate, en el que la mayor parte de los platos se sirven cocinados o acompañados de chocolate en múltiples de sus variedades.
Óscar Rivera es el chef del restaurante y ha sido el encargado de confeccionar el menú para la cena de esta noche en colaboración con la tienda especializada Cacao Sampaka. Aclara que no hay que confundir chocolate con cacao, ya que el dulzor al que lo asociamos, viene dado por la azúcar que se le añade a la manteca de cacao, que en esencia es más amarga.
Para lograr la armonía en los distintos platos, se ha tratado de primar los sabores con los que el chocolate "casa" a la perfección. Rivera destaca el ácido y la carne de caza. Como entrantes se servirán bombones salados, con cobertura de cacao y rellenos de vinagre de módena, queso de parma y trufa negra del bosque. Estarán acompañados por un Cava Duran Brut reserva, elegido por el maître Ramón Díaz.
A continuación, los comensales disfrutarán un mi-cuit con mermelada de chocolate y pera, salsa de albaricoque y kilos de cacao junto a un moscatel Tres leones. Los platos fuertes serán marisco y carne: un bogavante con canónigos, frambuesa y vainilla y lomo de ciervo, trompetas de la muerte y salsa de cobertura negra. Ponen la "guinda" a este menú tan especial la sesión de postres. Primero, se servirá una ensalada de fruta silvestre aliñada con salsa de chocolate blanco, para seguir a continuación con una mousse de chocolate con leche rellena, de petazetas de manzana, helado de chocolate blanco y crujiente de chocolate con pipas. Esta combinación pretende jugar con las distintas texturas del chocolate. Para concluir se servirán mignardices: rocas de chocolates, pimienta rosa y licor de chocolate de Módica. El precio de este menú soñado por los apasionados del chocolate es 38 euros.
Si su paladar responde a esquemas más clásicos no puede dejar de visitar la cafetería de Cacao Sampaka, tienda que colabora en el evento de esta noche en el Café La Bolsa. En su cafetería en la esquina de calle Beatas con calle Granada ofrecen chocolate espeso caliente durante todo el día con la posibilidad de elegir entre tres variedades: tradicional, con un 70% de cacao y canela; azteca, que contiene un 80% de cacao con especias; y suizo, chocolate con nata. Si quiere morirse de placer, puede acompañarlo con la selección de bollería y pasteles que sirven: brownies, tartas de tres chocolates o crepes y gofres. Para los que se quieran dar un "homenaje", pueden elegir la fondue de chocolate para dos personas, que se sirve acompañada de fruta por 12 euros.
En calle Hornos, se ubica Artarte, una cafetería en la que el chocolate es el rey, ya que utilizan para la elaboración de sus dulces hasta nueve variedades distintas que traen de distintas partes del mundo. En su oferta destaca el brownie y su combinación de chocolates con frutas exóticas o la bomba de tres chocolates con caramelo y piñones. Cuentan también con chocolate a la taza. En la misma línea de pastelería que aúna creatividad con buenas materias primas, se encuentra Artepostre, en calle Cerezuela, detrás de El Corte Inglés, que aprovechando las bajas temperaturas ofrecen chocolates a la taza de varias clases y sabores, en muchas ocasiones, exóticos: pimienta, hierbabuena, café o chocolate blanco. Para acompañar, cuentan con dulces deliciosos con solo mirarlos. Como sugerencia, no se pierdan las milhojas de chocolate con hojaldre de cacao; el dulce de chocolate blanco con mango y frambuesa; o la gula, un pastel de praliné de almendras con vainilla y chocolate crujiente dentro.
Para desayunar, almorzar, merendar, cenar; como postre o capricho, el chocolate nunca decepciona. Con la oferta existente en Málaga para consumirlo, sólo hay que elegir el momento preciso.
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