El Clínico usa una técnica que evita el cateterismo a pacientes menos graves

En cuatro de cada cinco casos a los enfermos se les ahorra una prueba que entraña riesgos · El avance es el resultado de la labor conjunta de Radiología y Cardiología

Nieves Alegre y José Algarra, dos de los radiólogos que trabajan con Cardiología en la nueva técnica.
Leonor García / Málaga

02 de abril 2010 - 01:00

Hasta hace poco para ver cómo estaban las arterias del corazón, los médicos tenían que hacer necesariamente un cateterismo; una prueba que supone hurgar dentro del cuerpo y que siempre entraña sus riesgos. Desde hace alrededor de un año, el Hospital Clínico utiliza una técnica que ahorra el cateterismo a los pacientes menos graves en los que generalmente esta prueba se hacía más para descartar patologías coronarias que para confirmarlas. En síntesis, este avance ahorra cateterismos innecesarios en enfermos de bajo riesgo. De hecho, el 80% de los pacientes en los que se empleó la nueva técnica no tenían problemas coronarios.

A diferencia del caterismo en el que los facultativos deben llegar al corazón mediante un catéter que meten desde de la muñeca o la ingle, con la nueva técnica ven las coronarias mediante un contraste y un TAC. No necesitan meterse dentro del organismo.

El avance exige el trabajo conjunto de radiólogos y cardiólogos. "Ellos ven las coronarias y nosotros el corazón entero", resume la radióloga del Clínico Nieves Alegre. El cardiólogo Manuel Jiménez explica que la labor en equipo es imprescindible porque cada día hay técnicas más complejas "y un profesional no puede saber de todo". Pero ese trabajo codo a codo, aunque suponga más dificultades de coordinación para los facultativos redunda en una mejora para los enfermos.

Desde que la nueva técnica se puso en marcha, el hospital la ha utilizado en 160 casos. A 130 pacientes se les ahorró el cateterismo porque mediante el TAC y el contraste se les confirmó que sus coronarias estaban bien. Los 30 restantes sí tuvieron que someterse a la prueba tradicional. Hasta hace poco más de un año, todos habrían tenido que pasar por el cateterismo.

La nueva técnica se emplea en enfermos muy seleccionados: aquellos en los que los especialistas sospechan de que no hay ningún problema en las arterias. Así, el cateterismo se reserva para los pacientes en los que los cardiólogos creen que sí hay afectación coronaria yal mismo tiempo que diagnostican el problema lo reparan sobre la marcha porque ya están dentro. Generalmente el problema es una obstrucción o un estrechamiento de las arterias que, si no se remedia, puede provocar un infarto mortal, parcial o una angina de pecho.

"Con la nueva técnica descartas una patología y le quitas angustia al paciente, de modo que no se tenga que preocupar de sus coronarias, sino sólo de que el Madrid llegue a la final", apunta José Algarra, otro radiólogo que hace que esta mejora sea posible. Tanto con el cateterismo de toda la vida como con la nueva técnica, el objetivo es ver las coronarias para saber si el corazón está enfermo o no. En el primer caso, los médicos las observan desde dentro. En el segundo, desde fuera porque, según explica Alegre "el contraste nos dibuja las coronarias" que se ven luego mediante el TAC.

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