Coín guarda luto por Sergio

Banderas a media asta y crespón negro en señal de luto era la imagen que presentaba ayer el municipio malagueño de Coín, el día que recibía los restos mortales de Sergio Retamar, el joven asesinado el pasado mes de julio en la localidad costera de Bournemouth, al sur de Inglaterra. El Ayuntamiento coineño decretó dos días de luto oficial en un pueblo consternado por la noticia de la muerte del joven, presuntamente a manos de un compañero de piso. Más de un mes de espera, 44 días de sufrimiento para una familia desconsolada que no ha dejado de recibir en todo este tiempo muestras de apoyo y cariño por parte de los vecinos de la localidad. "Ha venido mucha gente a darnos sus condolencias, conocemos a mucha gente del pueblo y de la forma que ha sido esto aún más", aseguraba ayer Salvador Madueño, tío de Sergio Retamar.

Y es que durante todo el día numerosos vecinos de la localidad se acercaron al tanatorio de Coín para presentar sus condolencias a la familia; los aledaños de las dependencias registraban un trasiego continuo de allegados y vecinos que se acercaban con ramos de flores para apoyar a los familiares en esos duros momentos. Los instantes más dramáticos se producían, según cuenta el alcalde de la localidad, en el momento en el que los restos mortales del joven llegaron a las dependencias del tanatorio de Coín, cuando sus familiares, en la más estricta intimidad, recibieron el féretro. "La familia está tranquila, dentro de lo que se puede esperar, la madre en todo momento está cerca del cuerpo de su hijo, que es lo que quería. Ansiaba que llegara este momento, pero del mismo modo ha sido un momento de shock cuando ha llegado el cuerpo de Sergio; en estos momentos lo único que quiere es estar con él hasta que mañana se le dé sepultura", afirmaba Fernando Fernández, alcalde de Coín, que durante estos días ha actuado de portavoz .

Los restos mortales del joven, que llegaron al municipio antes de la hora prevista gracias a la agilidad de los trámites burocráticos en el aeropuerto, serán enterrados esta tarde en el cementerio de Coín, algo que supondrá un descanso para la familia: "Teníamos ganas de que llegara ya y terminar con esto, ahora es lo más importante. Ya luego seguiremos con la Justicia, llegaremos donde haya que llegar y más lejos", sentenciaba Madueño.

La tardanza en la repatriación del cuerpo, según el regidor, se debe a la investigación policial llevada a cabo en Inglaterra. La familia ha estado al tanto de estas labores gracias al contacto con un agente en Bournemouth que hablaba español, el encargado de hacerles llegar las notificaciones, que aseguran, han sido pocas. "Tan pronto el cuerpo quedó liberado de la policía científica y forense, alrededor del jueves o del viernes, se comunicó que los trámites burocráticos de repatriación eran rápidos, y de hecho así ha sido. Se han cumplido los plazos que nos dijeron, pero aún así nos parece demasiado tiempo", sentenció Fernández.