La justicia reparó ayer del dolor que desgarró a la familia de Domingo Expósito aquel 26 de junio de 2014, cuando fue asesinado a tiros en Argentina. Pero solo en una mínima parte. Los allegados de la víctima consideran que la sentencia dictada contra los responsables del homicidio ha sido exigua. Según explicó el abogado de la familia en España, Manuel Huertas, el tribunal del país sudamericano ha condenado a siete años de prisión a Nadia Kesen, madre de la hija que ambos tenían en común por ser cómplice de la muerte del fuengiroleño. Una pena que se eleva a los 17 en el caso de Sergio Solís, autor material de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. "Nos parece muy poco, no deja de ser un asesinato. Esperábamos mas años porque la vida de una persona vale mucho más, pero así está la justicia", expresó a este periódico Jésica Platero, sobrina del fallecido.

Kesen y Solís, que mantenían una relación sentimental en el momento en que ocurrieron los hechos, fueron declarados culpables la pasada semana. En el caso de él, que está en prisión, por apretar el gatillo y descerrajar cuatro tiros al joven mientras que el magistrado considera que ella ha incurrido en un delito de encubrimiento y seguirá cumpliendo arresto domiciliario hasta que la condena sea firme. El fiscal pedía para cada uno 20 y 10 años de cárcel, respectivamente.

El juicio dio comienzo el 6 de septiembre en Comodoro Rivadavia, donde tuvieron lugar los hechos, con la declaración de Carolina Gayá, la última pareja de Domingo que presenció junto a su hijo menor el momento en que un descapuchado se bajó de un vehículo y le abatió. El homicidio se produjo una vez que el hombre se encontraba en Argentina para traer de vuelta a su hija de 7 años después de que le hubieran otorgado su custodia. A la vista oral también acudieron los padres de la víctima. Josefa, la madre, según publica el diario El Patagónico, mostró ayer su disconformidad con la pena al entender que Kesen "es tan asesina como -Solís- o más". "A mí me han quitado a mi hijo y que se enteren que no estoy conforme con esta condena", apostilló.

La otra batalla que aún le queda a la familia por librar estriba en recuperar a la pequeña África, la hija de Domingo, que continúa residiendo en Argentina con su abuela materna. Josefa recalcó que va a "luchar hasta el máximo", al igual que lo hizo Domingo. "Voy a hacer lo mismo que él y si me tienen que quitar la vida que me la quiten", resaltó la mujer, quien también destacó que tratará de evitar que su nieta "esté rodeada de tantos asesinos". "Voy a hacer lo imposible para que mi nieta se vaya a España. No se criará con asesinos", reiteró.

Por su parte, Huertas, que se mostró satisfecho porque haya quedado "acreditado quiénes fueron los responsables de la trágica muerte", evidenció también su descontento "ante la pasmosa y escandalosa lentitud del juzgado de instrucción de Fuengirola" en el que la familia interpuso una denuncia "por secuestro internacional" de la menor hace dos años.

Todo ello, añadió, soportando "sucesivas batallas judiciales contra la actitud de la jueza que instruyó el caso, a la que se ha tenido que recurrir el archivo de la denuncia". Un recurso que fue "apoyado por el fiscal y se desestimó en primera instancia", aunque después ganado en la Audiencia Provincial con varios escritos pidiendo la tramitación del procedimiento "dada la gravedad de los intereses en juego". Ha sido recientemente "cuando se ha citado a declarar a la madre de Domingo para ratificar la denuncia y cuando se ha librado una comisión rogatoria". De ahí que, según anunció Huertas, se vaya a presentar una queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).