El Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Sostenibilidad Medioambiental, ha continuado, durante el mes de abril, los controles exhaustivos de la población de mosquitos en el Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce y su entorno. Las abundantes lluvias del mes de abril han propiciado el aumento del nivel de agua del sistema lagunar del Paraje que, junto a las condiciones favorables de humedad y temperatura, han favorecido la eclosión de los huevos enterrados en las orillas y la consiguiente aparición de larvas en dichas zonas bajo supervisión.

Por ello, en las tres últimas semanas se ha intensificado dicha vigilancia, consistente habitualmente en dos o tres visitas semanales al paraje y el entorno del mismo, las zonas de Guadalmar, Milla de Oro y los alrededores de Sacaba Beach, y donde se ha llevado a cabo un recuento detallado del volumen de larvas en los puntos de muestreo, observándose una presencia de las mismas por encima de los valores normales. Esta circunstancia, precisaron este jueves desde el Ayuntamiento en un comunicado, ha obligado a los técnicos a actuar con la aplicación selectiva de larvicida biológico, no de composición química, nada invasivo para el medio ambiente ni el entorno natural.

Esta aplicación casi “quirúrgica” de producto larvicida, permite mantener un equilibrio importante, entre la prevención de riesgos y molestias a la población del entorno y la conservación y biodiversidad de este espacio protegido, de gran valor ecológico para la ciudad. Además, la mayor presencia de larvas, detectada durante la primera semana de abril, ha obligado al tratamiento en gran parte de las zonas de vigilancia en el paraje y numerosos puntos del entorno como imbornales, canales y zonas encharcadas.

En la segunda semana de abril fue preciso reforzar el tratamiento ya sólo en las lagunas saladas más próximas a la playa y en las últimas dos semanas sólo ha sido preciso aplicar larvicida en los puntos exteriores al paraje mencionados. Con esta actuación preventiva constante se busca evitar la más que probable eclosión de este fin de semana, por la gran presencia de agua y el aumento de las temperaturas anunciado. Estas labores de control las desarrolla la empresa adjudicataria del servicio Athisa, durante todo el año, para evitar que se produzcan brotes excesivos de mosquitos.

Por su parte, desde el Área de Sostenibilidad Medioambiental se recuerda a la ciudadanía que esta especie de mosquito, bajo control desde hace años, es el denominado “mosquito de las marismas” (aedes caspius), pero es muy posible que aparte de éste o el “mosquito común” (culex pipiens), constaten la presencia en zona urbana de ejemplares del denominado “mosquito tigre” (aedes albopictus), que tiene un característico color negro en su cuerpo y una línea blanca que recorre su abdomen y llega hasta la cabeza. Precisaron que esta especie puede aparecer en cualquier entorno urbano y suele criar en cualquier recipiente con un poco de agua estancada, como cubos, jarras, platos con agua u objetos de jardinería, entornos similares a los huecos de los árboles donde se reproducen en sus hábitats naturales.