Málaga

Controles menos invasivos, el reto de los aeropuertos

  • El éxito de los aeródromos radicará en que el pasajero "disfrute de la experiencia" y en hacerlos "agradables"

Controles en el aeropuerto de Málaga.

Controles en el aeropuerto de Málaga. / javier albiñana

Mejorar la experiencia de los pasajeros mediante controles de seguridad más ágiles y menos invasivos es uno de los retos a los que se enfrentan los aeropuertos del futuro y el centro de debate de la jornada de conferencias celebrada en el marco de la segunda edición del Málaga Aviation Forum.

El uso de las tecnologías más punteras del mercado, una oferta comercial lo más amplia posible y la automatización de los procesos que afectan de forma directa a los pasajeros son claves para influir en la sensación con la que los usuarios comienzan o concluyen su viaje. Una decena de ponentes explicaron ayer a medio centenar de expertos internacionales del sector aeroportuario su visión sobre cómo serán los aeropuertos del mañana desde una perspectiva en la que la tecnología y la construcción de infraestructuras modernas y sostenibles han jugado un papel protagonista. El director general de Aviación de la empresa malagueña Aertec Solutions, Carlos Berenguer, explicó a Efe que en el futuro, el éxito de los aeropuertos radicará en hacer que el pasajero disfrute de la experiencia, y en convertirlos en instalaciones en las que los procesos sean más rápidos y agradables para los usuarios.

Una docena de ponentes explican a medio centenar de expertos su visión sobre el futuro

En este sentido, dijo que "las necesidades son diferentes en función de la infraestructura de las terminales", y que "hay que estudiar el perfil y el volumen de viajeros" para determinar en que medida y de qué forma se puede mejorar su experiencia durante las horas que se encuentre en el recinto. "Es necesario disponer de nuevos equipamientos para evitar complicaciones, reducir tiempos de espera en cola y conseguir que los pasajeros disfruten pensando en el inicio de su viaje sin percibir una sensación de control absoluto", dijo.

Según Berenguer, el objetivo es que el pasajero ni siquiera sea consciente de que está pasando un control de seguridad y que de esta forma deje de ser un trance "tedioso, complicado e intrusivo". Conseguir aplicar este tipo de medidas es posible, por ejemplo, mediante la inversión en sistemas de control biométricos, como ha indicado Ismael Ordóñez, de Ferrovial Aeropuertos, una división de la empresa española que ha transformado el aeropuerto de Heathrow desde que adquiriese BAA en 2006. Insistió en que la transformación se consigue no solo con la inversión en la mejora de los controles de seguridad, sino también al implementar "la motivación del personal para conseguir que cada viaje sea mejor para el pasajero".

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