Después de 70 días de silencio en las calles, de aislamiento, de miradas recelosas hacia el otro y de rechazo a cualquier muestra pública que no fuesen los aplausos cómplices con el personal sanitario, los pitidos de los participantes en la manifestación convocada por Vox sonaron más intensos si cabe. Y todo ello para protestar por la gestión del Gobierno central de la crisis sanitaria y pedir la dimisión del presidente Sánchez.

En los alrededores del estadio de atletismo y del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, antes de las 12:00 las calles se colapsaron de vehículos adornados por banderas de España en todos sus flancos. Se pudo escuchar Soy el novio de la muerte, de la Legión, y también Y viva España, de Manolo Escobar.

La concentración crecía, por cada vía llegaban más coches equipados con sus distintivos y la cuenta resultaba imposible. Pero a simple vista podían ser miles de vehículos, desde familiares a deportivos descapotables, pasando por utilitarios más comunes y centenares de motocicletas, los que se reunieron para partir desde una de las explanadas y cruzar la ciudad de oeste a este en la que llamaron Caravana por España y su Libertad.

Según la organización llegaron a 5.000 aunque la Subdelegación del Gobierno cifró los participantes en la marcha rodada de Vox en un millar, menos numerosa que la que tuvo lugar en Sevilla o Córdoba, por ejemplo.

Vox había convocado concentraciones en coche a la misma hora en las ocho capitales andaluzas, al igual que se hizo en el resto de España. “Es hora de poner fin al estado de abuso que está utilizando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para amordazar a los españoles”, apuntaron desde el partido.

Muchos dejaron sus coches aparcados para coger el móvil y grabar o fotografiar la vistosa protesta. La mayoría acudieron protegidos con mascarilla, aunque no faltaron los saludos entre los participantes, que dejaron los motores apagados mientras ésta se ponían en marcha.

Una de las participantes muestra la bandera española.

A la hora señalada empezó a rodar la cabeza de la multitudinaria protesta por la calle Villanueva del Rosario hacia la avenida Moliere. Y aunque había algunos conductores metidos en el atasco por descuido, la inmensa mayoría eran simpatizantes que mostraban su adhesión a la causa desplegando y haciendo suya la insignia nacional.

Desde la ventana del hospital QuirónSalud, una mujer comenzó a reclamar a gritos la “libertad” y consideró que “España unida jamás será vencida”. La caravana siguió su marcha por el carril del Pato hacia Los Guindos, para proseguir por la avenida de Velázquez, avenida de La Paloma, la calle Sor Teresa Prat hasta el paseo marítimo Antonio Machado.

La intención era cruzar la ciudad de oeste a este, pasando por el paseo del Parque, Reding y Sancha hasta El Palo. “Allí ya se disolverá la concentración”, explicaba un agente de la Policía Nacional. Saludados con aplausos por algunos paseantes y evitados por otros, la movilización fue haciéndose notar en cada tramo del recorrido, seguido en helicóptero por las fuerzas de seguridad.

“Es hora de hacer una gran pitada contra el Gobierno del paro y la miseria que ha abandonado a nuestros autónomos y trabajadores”, señaló Vox en su página web. “El pueblo español quiere ponerse en pie para defender su libertad y su futuro”, comentaron desde el partido.

José Enrique Lara, el presidente provincial de Vox consideró un “éxito” la protesta, que recorrió en una hora y media diez kilómetros, desde el Martín Carpena hasta el restaurante El Tintero. “Aún había malagueños en el punto de salida cuando la cabeza había llegado al otro lado de la ciudad”, explicó Lara. Los pitidos en las inmediaciones de la avenida Moliere estuvieron sonando más de una hora.

Manifestantes en el Paseo del Parque.

El portavoz del grupo parlamentario de Vox en Andalucía, Alejandro Hernández, que participó en la caravana convocada en Córdoba, valoró estas movilizaciones como “un rotundo éxito”, “sin precedentes en cuanto a la masiva asistencia de participantes”.

Alejandro Hernández quiso recordar que esta jornada “no era festiva”, sino “reivindicativa”, porque “nos hemos acordado de las decenas de miles de muertos en esta pandemia” , y al hilo de esto apuntó que “muchas de las muertes se podrían haber evitado si hubiéramos contado con un Gobierno honrado, eficaz, que no hubiera pecado de una negligencia criminal”.

Por otro lado, Alejandro Hernández también recordó a los “centenares de miles de españoles que han perdido sus empleos, o bien tienen que cerrar sus empresas y se ven en el riesgo de cerrar sus negocios”. “Los españoles han dicho que no están dispuestos a seguir viendo mermadas sus libertades y sus derechos constitucionales. Los españoles han dicho que ya está bien; que no quieren un Gobierno que les mienta”, reivindicó el portavoz de Vox.