Tras las últimas medidas para hacer frente al coronavirus anunciadas por el Gobierno de España y por la Junta de Andalucía, el Obispado de Málaga se ha sumado al llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos y solicita a los católicos que extremen las precauciones. Así, entre otras cosas, ha pedido a los mayores que eviten ir a misa.

En esta línea, el Obispado malagueño también ha actualizado las recomendaciones para hacer frente a la pandemia del Covid-19 y ha decidido suspender la catequesis y las reuniones masivas en dependencias parroquiales.

En un comunicado remitido este viernes, la Diócesis de Málaga recomienda seguir las normas y criterios que marquen las autoridades sanitarias y gubernamentales en cada momento. Además, recuerda a los párrocos la medida ya adoptada de retirar el agua bendita de las pilas de los templos y pide a los fieles recibir la comunión en la mano.

En el caso de que algún fiel insista en recibir la comunión en la boca, se le invita a recibirla cuando todos los demás fieles hayan comulgado, además se recomienda que los sacerdotes y ministros extraordinarios de la Comunión realicen el lavado/desinfectado de las manos antes y después de distribuir la Comunión.

También pide que no se ofrezca la comunión "bajo las dos especies y, en caso de concelebración, que los sacerdotes lo hagan por intinción". Además, el rito de la paz en la misa "es litúrgicamente opcional" y si se hace debe limitarse a un gesto de inclinación de cabeza junto a las palabras "la paz contigo", sin entrar en contacto entre personas.

En los actos de piedad como los "besamanos" a las imágenes de Jesucristo y de la Virgen María los fieles deben limitarse a hacer una inclinación o "lanzarle un beso al aire".

Asimismo, la Diócesis pide que no se realicen actividades o reuniones masivas en las dependencias parroquiales, mientras que el número de asistentes debe ser menor que el aforo del lugar; en torno a un tercio, siguiendo las directrices marcadas por las autoridades sanitarias y gubernamentales, para permitir la distancia mínima establecida entre las personas.

En este sentido, recomienda que se supriman las celebraciones sacramentales o actos de piedad de gran afluencia (confirmaciones, via-crucis, retiros, conferencias cuaresmales) y en el caso de los funerales, se recomienda solo la presencia de los familiares y allegados. Igualmente, pide que el sacramento de la penitencia se ofrezca a los fieles respetando las medidas de seguridad establecidas para evitar el contagio.

La Diócesis de Málaga invita a todos los católicos a rezar individual o comunitariamente, mediante el rezo del santo rosario

Por otro lado, se suprimen las catequesis de forma presencial (de niños, jóvenes y adultos) hasta después de Semana Santa; y también las actividades de formación en los centros teológicos, mientras que todos los actos correspondientes a la visita pastoral del obispo quedan aplazados.

Igualmente, se aplazan, hasta nueva indicación, las celebraciones diocesanas convocadas por las delegaciones y departamentos, hasta que la autoridad sanitaria considere oportuno reanudar la actividad habitual.

Asimismo, la Diócesis aconseja a las personas mayores y más vulnerables que se unan a la oración y a la celebración de la Eucaristía a través de los medios de comunicación. El canal TV13 emite todos los días la Santa Misa y el canal de TVE-2 todos los domingos.

Se solicita extremar las medidas higiénicas y sanitarias en los templos y organismos diocesanos para evitar la extensión de la enfermedad. Los templos pueden estar abiertos algunas horas del día para que los fieles puedan rezar privadamente.

Las normas y disposiciones de la Diócesis de Málaga las recibirán directamente los sacerdotes desde la Secretaría General y serán publicadas en la página web del Obispado, que llama a ignorar los bulos que se puedan difundir por las redes sociales y crear confusión.

La Diócesis de Málaga invita a todos los católicos malagueños a rezar individual o comunitariamente, mediante el rezo del santo rosario y la liturgia de las horas, por aquellos que, en todo el mundo, sufren las consecuencias del virus Covid-19, así como por el personal sanitario encargado de atender a los afectados y por los científicos que investigan para encontrar un remedio.