El impacto que la crisis sanitaria del coronavirus deja sobre la movilidad y el tráfico en las carreteras de la provincia alcanza una dimensión nunca antes vista. Muestra de ello es lo ocurrido el año pasado, en particular en los meses en los que las restricciones fueron más severas, con las autopistas de peaje. La situación es tal que la intensidad media diaria con la que cerró 2020 la Autopista del Sol es la más baja en toda su historia.

De manera precisa, atendiendo a los datos oficiales del Ministerio de Transporte, durante el primer año de la pandemia, fueron apenas 21.663 los vehículos que de media usaron esta carretera de pago, un 36,02% menos que el ejercicio anterior. La relevancia de esta cifra es mayor al observar que no hay otra anualidad en la que se haya contabilizado menos tráfico en este eje, de unos 105 kilómetros y que permite llegar desde Málaga hasta la zona de Cádiz.

De hecho, el primer valor incorporado en el registro ministerial se corresponde con 1999, cuando fue inaugurada la vía. La puesta en servicio de la misma, de sus primeros 83 kilómetros entre Málaga y Estepona, tuvo lugar en junio de ese año. Y a pesar de ello, según los datos, la usaron 22.063 vehículos, por encima de 2020.

Por meses, como era de esperar, el peor comportamiento lo tuvo abril, tocado de lleno íntegramente por el estado de alarma y el confinamiento domiciliario, así como el cierre de parte de las actividades económicas. Ese periodo hubo 5.580 vehículos transitando por la autopista, un 83,5% menos que el mismo mes del año anterior, cuando el Covid no estaba presente. El siguiente peor mes fue marzo, con un descenso del 46,2% en el tráfico (16.781 vehículos de media).

El impacto sufrido por la Autopista del Sol se reduce en el caso de la autopista de las Pedrizas, algo que pude encontrar una explicación en que la propia crisis sanitaria ha afectado seriamente a la llegada de turistas a la Costa del Sol. En el caso de las carretera de Las Pedrizas, 2020 cerró con una media de 10.121 vehículos, un 35,14% menos que el año anterior. Es la cifra más baja desde 2014, cuando la intensidad fue de 9.384.

Se da la circunstancia que desde ese año las estadísticas muestran un crecimiento continuado en el uso de esta vía de pago, seriamente afectada en sus flujos de demanda en los primeros años desde apertura, en buena medida por la crisis económica. El peor mes fue abril, con apenas 2.509 vehículos pasando por el punto de peaje, un 83,87% menos que un año antes. El mejor mes fue agosto, con 16.937 vehículos, un 26% menos.

El arranque del año no trae datos excesivamente favorables, ya que tanto enero como febrero han cerrado con importantes caídas respecto al año anterior. El primero de ellos tuvo 7.388 vehículos de media (-48,79%), mientras en febrero circularon 7.905 (-37,32%). En buena medida, este contraste se justifica en que los dos primeros meses de 2020 estuvieron exentos de la crisis del Covid.