Sensación de frío o escalofríos, dolor de cabeza o muscular y pérdida de apetito son algunas de las manifestaciones más habituales de la fiebre, una subida de la temperatura del cuerpo natural provocada por una infección lírica o bacteriana que se produce para activar las defensas. Si bien, esta respuesta del organismo también puede causar episodios de delirios, sobre todo, en los niños.

Así lo explica Pedro Navarro, pediatra y presidente del Colegio de Médicos de Málaga. "La fiebre hace más vulnerable al cerebro y altera su actividad normal. En los niños, que lo tienen un poco más inmaduro, resulta habitual que sufran tipo de alteraciones, alucinaciones y confusión cuando les aumenta la temperatura corporal", ha explicado. Según apunta la investigación, esto sería lo que habría ocurrido al menor de 12 años que se precipitó por un balcón de Mijas mientras sufría un delirio acompañado por fiebre alta.

Este tipo de delirios se suelen manifestar principalmente en ruido y visiones. "A veces ven animales o tienen una distorsión de los objetos", apunta Navarro. Unas alteraciones de la realidad que "suelen preocupar mucho a los padres". Si bien, el experto aclara que "suelen ser benignas y autolimitadas", es decir, que tardan en desaparecer unos minutos. Por tanto, las recomendaciones son tranquilizar al niño, hacer que le baje la fiebre y vigilarlo", indica Navarro.  

"La primera vez que tu hijo tiene un episodio de este tipo, del mismo modo que ocurre con los terrores nocturnos, es normal alertarse y preocuparse. Pero, cuando el pediatra explica que es habitual y que conforme el niño va creciendo y su cerebro va madurando, desaparecen, los progenitores se tranquiliza", manifiesta el presidente del Colegio de Médicos de Málaga.

Los únicos casos en los que los adultos a cargo de estos menores deberían preocuparse y asistir urgentemente a un centro sanitario son "si estos episodios se prolongan más de la cuenta, si se producen sin fiebre o si el pequeño tuviera algún movimiento convulsivo extraño".

"En esos extremos, el estudio del pediatra debería ser mucho más exhaustivo por si tuviera algún problema neurológico de base", afirma. En cualquier caso, Pedro Navarro manda un mensaje tranquilizador a las familias cuyos hijos sufren estos delirios febriles y asegura que "los casos aislados que terminan en desgracia nunca puede generalizarse".

El caso del niño de 12 años que se arrojó por un balcón

Faltaban 10 minutos para la 1 de la madrugada cuando familiares de un menor de 12 años alertó al servicio de Emergencias Sanitarias 112 Andalucía de que éste se habría precipitado por el balcón de su vivienda, en la zona de Las Lagunas. También otros testigos avisaron asegurando que habían visto al menor caer por el balcón de la casa.

Hasta el lugar del suceso acudió una ambulancia del 061, cuyos sanitarios trasladaron al herido en estado grave hasta el Hospital Materno, en la capital malagueña. También agentes de la Guardia Civil se personaron para comprobar lo sucedido. 

El menor fue hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro hospitalario con pronóstico grave por un politraumatismo, donde ha permanecido hasta este miércoles. Pero, los médicos no han podido hacer nada por salvar su vida. El fallecimiento se ha producido esta misma mañana, según han confirmado a este periódico fuentes sanitarias. Las pesquisas, de las que se ha hecho cargo la Guardia Civil, confirmarán si un episodio de delirio febril fue la causa por la que se arrojó al vacío.