Depositó durante años flores en la tumba de su esposa
El ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, acudió durante años a la capilla del convento de Mosén Rubí en Ávila para depositar flores naturales en la tumba en la que desde el 19 de mayo de 2001 reposan los restos de su mujer, Amparo Illana.
El político abulense, clave durante el periodo de la Transición española, no dejó de visitar durante años el lugar en el que fue enterrada su esposa, según relataron a Efe fuentes de la comunidad de monjas Dominicas, encargada de custodiar este templo situado en pleno casco histórico de la capital abulense.
Alguna de ellas apunta que sus visitas se producían con relativa asiduidad, llegando a acudir una vez al mes a esta capilla en la que, tras depositar el ramo de flores, se arrodillaba para orar durante una hora ante la tumba de su mujer.
Las propias religiosas explican cómo Suárez solía dejar dinero a la comunidad para que no faltaran flores naturales en la sepultura de Amparo Illana, cuyos restos reposan a la derecha de esta capilla bajo una lápida en la que puede leerse: "Exma Sra Amparo Illana Elórtegui. Duquesa de Suárez".
La tumba se encuentra cerca de los sepulcros de los fundadores de la capilla de Mosén Rubí, María Herrera y Andrés Vázquez.
Las monjas dominicas también camentan cómo en alguna de las visitas que Adolfo Suárez realizaba a la tumba de su mujer llegaba a quedarse con la comunidad de religiosas a comer, y tenía un trato "muy bueno" y "amable" hacia ellas. "Siempre procuraba que a su esposa no le faltaran flores", reitera una de ellas, que añade que esas visitas dejaron de producirse una vez que el ex presidente del Gobierno cayó enfermo. Los hijos sí que siguieron acudiendo a Mosén Rubí a visitar a su madre.
Tanto Adolfo Suárez como Amparo Illana han estado muy vinculados con Ávila, no sólo porque el expresidente del Ejecutivo nació en la localidad de Cebreros, sino también porque ambos se conocieron en la capital abulense. Se casaron en 1961 y tuvieron cinco hijos.
La elección de la capilla de Mosén Rubí para que los restos de la mujer de Suárez reposaran allí se debió a la "relación personal" entre la familia del ex presidente del Gobierno y el marqués de Fuente El Sol, José María de Figueroa, presidente del patronato del que depende el templo.
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