Del orden de 15.000 bares y restaurantes repartidos por toda la provincia de Málaga tienen desde hoy la posibilidad de dar un nuevo paso en su lento proceso de reactivación. Tras dos meses y medio de parón obligado por la crisis del coronavirus, un escaso porcentaje de estos negocios aprovechó la entrada en la fase 1 de la desescalada, con la consiguiente flexibilización de parte de las restricciones fijadas por el Gobierno central, para abrir parcialmente sus terrazas. La ocupación máxima permitida era del 50%.

Ahora, dos semanas después, tras el dictamen del Ministerio de Sanidad, Málaga entra de lleno en la bautizada como fase 2. Un escenario en el que se amplían los márgenes de maniobra. Una de las particularidades de esta revisión es que los hosteleros malagueños tienen la oportunidad de ocupar parcialmente el interior de los locales.

El progreso anunciado, ya experimentado en el resto de provincias andaluzas que, a excepción de Granada, se incorporaron a esta etapa del desconfinamiento una semana antes, es recibido con satisfacción por la asociación que agrupa a buena parte de estos empresarios, Mahos. Su presidente, Javier Frutos, calificó de “favorable” el último movimiento, aunque lamentó que el mismo no hubiese tenido lugar junto al resto de provincias andaluzas.

"Ahora lo que esperamos en poder igualarnos al resto de provincias cuanto antes", confió Frutos, quien consideró "vital" para el sector que la provincia avance la próxima semana a la fase 3 "para no quedarnos descolgados". A la espera de ese momento, valoró la posibilidad que se abre para muchos negocios de incrementar las superficies de explotación.

Frente al pesimismo expresado por Mahos cuando arrancó la fase 1, estimó que apenas abriría un l 20%, ahora admite como previsible una reapertura más amplia, que podría rondar el 50% de los establecimientos. En este nuevo escenario temporal, las medidas fijadas por el Ejecutivo a la hora de permitir la reapertura sigue limitando a un 40% el aforo máximo permitido en el interior. Un parámetro que en Andalucía se eleva a un 50% tras la aprobación por parte de la Junta de un decreto en el que se autoriza un margen mayor.

Un criterio para fijar el aforo dentro de los locales con el que discrepa el sector, más favorable a que se utilice el de la distancia de seguridad, en la misma línea que casi todos los países europeos. En el caso de las terrazas, la ocupación máxima autorizada en la fase 2 sigue siendo del 50%.

El representante del sector relaciona la reticencia que, previsiblemente, aún mantendrá una parte importante del conjunto de empresarios en la "incertidumbre" que sigue existiendo, en especial en relación con los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte). Cabe recordar que según los datos de la Administración autonómica, el sector económico más afectado por el cierre de la actividad, traducido en la presentación de Ertes, es el hostelero.

"Hemos pedido al Gobierno central aclaraciones sobre ciertos puntos y otras medidas que nos permitan paliar las pérdidas que llevamos sufriendo estos dos meses y medio y lo que nos queda el resto del año", insistió Frutos. La decisión de abrir o no depende en buena medida de las cuentas que cada empresario haga. Muchos rehúsan la opción de levantar la persiana porque los costes exceden con mucho las potenciales ganancias a obtener.

Con el objetivo de informar sobre los pasos a dar en esta nueva situación de actividad, Mahos ha editado y enviado a sus asociados una guía informativa. En la misma se regulan aspectos como la consumición en el interior de los locales, el itinerario para evitar aglomeraciones, y la capacidad interior de los bares y restaurantes, respetando siempre la distancia de dos metros entre cada mesa. En este documento se especifica también que no está permitido en ningún caso el autoservicio en barra.