Detenido un policía local con casi 100 armas de fuego en su domicilio
Un policía local de Málaga capital ha sido detenido por la Guardia Civl, por presuntamente, haber comprado por internet armas de fuego fabricadas en un taller clandestino de un municipio de Valladolid. En el marco de la operación nacional, denominada Bulldog, han sido detenidas otras ocho personas, entre ellas, el presunto fabricante de las armas y su hijo, que se habría encargado de su venta por internet. En total han sido intervenidas más de 100 piezas, entre las que se encuentran 90 armas cortas -revólveres y pistolas-, 18 armas largas y 4 armas de guerra. De ellas, alrededor del 80 o el 90% han sido incautadas en el domicilio del agente de la Policía Local detenido, según ha podido saber este periódico.
Además del detenido en Málaga y del padre y su hijo en Valladolid, con lo que han conseguido desmantelar un taller clandestino de fabricación de armas en Laguna de Duero que luego eran vendidas por internet en perfecto uso, la Guardia Civil ha arrestado otras seis personas más, tres de ellas en Granada, y las otras en Orense, Valencia y Vizcaya. Un total de nueve detenidos por tenencia, tráfico y fabricación ilícita de armas.
Durante la operación, los agentes han aprehendido más de 5.500 cartuchos metálicos, un kilo y medio de pólvora, maquinaria y herramientas para la transformación de armas de fuego, según informó ayer el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano. Además se han requisado siete armas de avancarga, tres bolígrafos y un mechero pistola, así como un silenciador para arma corta y multitud de piezas sueltas como correderas, cañones, culatas, armazones y diversos repuestos.
El fabricante, un varón de unos 50 años, fue calificado por el comandante Javier Peña, responsable de la operación, como "un auténtico artesano" de la recuperación de armas, las cuales era vendidas a través de internet por su hijo. Este hombre, sin antecedentes policiales previos y un "verdadero experto" para tornear piezas metálicas, tenía un taller en un trastero de la localidad de Laguna de Duero, donde manipulaba armas inutilizadas para que pudieran ser disparadas.
Según explicó el comandante Javier Peña, el comercio con armas inutilizadas es "legal" en el ámbito del coleccionismo, pero este hombre se dedicaba a manipularlas para que pudieran ser disparadas y las comercializaba, aunque la Guardia Civil no ha podido determinar si se ha utilizado para la comisión de algún hecho delictivo.
La operación Bulldog comenzó a principios de año después de que la comandancia de Valladolid encontrara indicios en internet de que se comercializaba con armas que podrían estar en uso, lo que se comprobó al analizar una pieza cuyo anuncio circulaba por la Red. En un anuncio con fotos en internet, en concreto, se ofrecía un revólver "recalibrado al calibre 22" y del que se hacían comentarios como que "alguien lo adaptó para disparar" y que "el que lo reformó tenía que ser un artista".
Según explicó el comandante Javier Peña, después de detectó un primer envío de un "bolígrafo pistola" que iba dirigido a Vizcaya y que fue interceptado por la Guardia Civil, aunque después se detectaron más ventas a distintos compradores de las provincias de Málaga, Granada, Valencia, Albacete, Ourense y Vizcaya. Las piezas se ofrecían por unas cantidades de dinero que oscilaban entre los 200 y los 900 euros a personas que generalmente son coleccionistas de armas y carentes de antecedentes penales.
El fabricante de las armas y su hijo, de los cuales no se ha facilitado identidades, se encuentran en libertad con cargos, al igual que el policía local de la capital.
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