Devoción por la Virgen del Carmen en toda Málaga

Las primeras luces del día rayaban el cielo cuando, al otro lado de las puertas de la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias, el tiempo pareció retroceder dos años para los hermanos de la Virgen del Carmen de El Palo. Tras una largo tiempo de admonitorio recogimiento, la patrona de los marineros volvió a traspasar el umbral de su templo a hombros de sus más fieles portadores. Minutos antes, entre pulsiones de emoción contenida y miradas de soslayo al reloj, algunos presentes recordaron a los que ya no están y dedicaron unos momentos de introspección a los afectados por el incendio de la Sierra de Mijas.

Una vez al otro lado de los muros, la imagen, mecida al son de flautas y fagots, enfiló las calles que la separaban de la Plaza del Padre Ciganda, donde algunos operarios de limpieza daban las últimas pasadas al recinto; aún con restos visibles de la velada anterior. “Veremos a ver…”, comentaban en grupo algunos devotos, en referencia a los residuos acumulados durante la multitudinaria actuación de Los Rebujitos y la proximidad de la hora de la misa de alba. Temores que al final quedaron en nada.

En su regreso al templo, acompañada ahora de cornetas y tambores a cargo de la Banda de Los Gitanos, la procesión se detenía en la Plaza Padre Tejera para recibir la ofrenda de los vecinos del barrio Javier Padilla y Hugo Salado, quienes, uno a la voz y el otro a la guitarra, interpretaron un sentido “tema especial” antes de devolver a la Estrella de los Mares a la parroquia. Terminado el traslado, los portadores, visiblemente emocionados tras tanto tiempo sin mostrar el calor de su fe en las calles, estallaban en aplausos y se fundían en abrazos entre sí.

Estampas que se repetían en muchas zonas de Málaga. A unos kilómetros al este, en la Cala del Moral y El Rincón de la Victoria, ambos pueblos marineros de gran tradición, los hermanos de sus respectivas cofradías también procesionaban esa misma tarde. Aunque esta conmemoración no acababa en las poblaciones de costa: en Campanillas u Olías hacían lo propio. Mientras que las de El Perchel, Huelin y Málaga capital tendrían que aguantar hasta la jornada de hoy.

En Pedregalejo, la devoción tuvo que esperar, como es habitual, hasta horario vespertino. Al filo de las 18:00 horas, la patrona de los pescadores salió a hombros de la Parroquia del Corpus Christi, mientras se desataba el fervor popular.

Unas dos horas después, y tras un recorrido que fue desde Ventura de la Vega y hasta la desembocadura del Arroyo de los Pilones, la imagen llegaba hasta el lugar de embarque donde esperaban cientos personas. Entre vivas y guapas a la Virgenvivas guapa, el trono avanzaba entre el gentío. Los hermanos, ataviados con trajes de marengos tan impolutos como cualquier otro 16 de julio pasado, portaban medallas al pecho y fajas rojas; algunas mujeres optaron por lucir biznagas prendidas del pelo.

Aunque también hubo quienes se decantaron por esperar a la llegada de la Estrella de los Mares desde la arena, bajo la sombrilla y portando bañador. Así, pues, no fueron pocos los acabaron adentrándose más allá del rebalaje junto a la Señora en sus primeros metros sobre la jábega. E incluso el tiempo pareció acompañar, arreciando el levante en el momento más importante del ritual.

Tanto en El Palo como en Predagalejo la tradición marca una procesión marítima con un propósito final: que la Virgen del Carmen bendiga las aguas y proteja a quienes tienen por oficio ganarse el pan en ellas.