Echeverría, con una deuda de 30 millones, vendió en 2011 dos pisos y un local

Dos pisos y un local. Eso es todo lo que vendió el año pasado la Inmobiliaria Echeverría, una de las promotoras más emblemáticas de Málaga, que ante los latigazos de la crisis solicitó el pasado 23 de mayo acogerse al concurso voluntario de acreedores por la deuda de unos 30 millones de euros que arrastra. El presidente de la promotora, Tomás Zulueta, aseguró ayer a este periódicoque el 95% de ese débito "es deuda bancaria con garantías" al tratarse de hipotecas sobre suelo y que las cantidades que se adeudan tanto a proveedores como a clientes son "mínimas". Zulueta señaló que con esta medida la empresa busca "garantizar su futuro", aunque confesó que el "panorama es negro" para todo el sector inmobiliario. De hecho, la última promoción que construyó Inmobiliaria Echevarría fue en el año 2009. Desde entonces no ha vuelto a colocar ni un ladrillo. "Cada año que pasaba pensábamos que el siguiente iba a ser mejor y por eso hemos ido aguantando, pero ha llegado un momento en que la situación es insostenible", mantiene el presidente de la firma. Tanto es así que en apenas tres años la promotora ha pasado de contar con 300 trabajadores a sólo 17.

Actualmente, y como publicó ayer este periódico, la inmobiliaria tiene dos promociones en curso. Una se llama Los Almendros, está en Mijas, tiene 244 viviendas, locales comerciales y aparcamientos con piscina y zonas verdes. La otra se llama Mirador de la Bahía, está en Algeciras y quedan dos viviendas por vender en un conjunto de 138 inmuebles. "Es lo único que tenemos que vender", mantiene Zulueta, que se queja amargamente de que la financiaciación bancaria está desde hace tiempo cerrada. "Es una ruina", admite sin tapujos.

El año pasado la empresa cerró el ejercicio con unos resultados económicos muy parecidos a los balances de 2009 y 2010, cuando la empresa llegó a perder 6,8 millones de euros. La dificultad para vender las promociones existentes motivó lógicamente un fuerte descenso de la facturación, que pasó de 31,8 millones de euros netos en 2008 a 8 millones de euros en 2010. "Las cifras lo dicen todo", reitera el presidente.

Esta promotora es una de las más conocidas de Málaga hasta el punto de que un barrio, Echeverría de El Palo, tiene su nombre por haber sido creado casi en su totalidad por la compañía. Se fundó en el año 1959 y se especializó en la construcción de viviendas de protección oficial y libres de primera residencia sobre grandes bolsas de suelo. Tras el fallecimiento del fundador, pasó a sus dos hijos y, posteriormente, a la tercera generación que sigue liderando la promotora. En marzo de 2004, los herederos (la familias Zulueta Echeverría y Echeverría Pérez del Pulgar) decidieron separarse y entró Cajamar. La caja de ahorros compró el 24% de las acciones por 7,2 millones de euros y financió gran parte de las obras hasta que vendió esa participación en mayo de 2007, quedando nuevamente la titularidad principal en manos de la familia encabezada por Tomás Zulueta.

A lo largo de sus más de 50 años de historia ha levantado 6.000 viviendas principalmente en Málaga, aunque también realiza proyectos en Mijas o Algeciras. Entre sus promociones históricas destacan las 1.690 viviendas hechas en Gamarra en los años 60 que supusieron una revolución urbanística; las 1.121 en El Palo en los años 70; o las 680 en Huelin en los años 90, así como edificios en Duquesa de Parcent, Eugenio Gross o la promoción Corona de Teatinos. Junto al campo de golf de Añoreta también realizó una gran urbanización.