Económicas se va de 'botellón' con la teoría
El profesor Gonzalo Fernández de Córdoba arrasa con sus propuestas para aplicar las teorías económicas a la realidad inmediata de los alumnos


Si el nobel Paul Krugman extrajo la teoría económica de la atmósfera cerrada del mundo académico para llevarla al gran público, el profesor de la Facultad de Económicas Gonzalo Fernández de Córdoba está dispuesto a lanzarla directamente al botellón. Convencido de que necesariamente la teoría se tiene que fundir con la realidad para que no fracase, ha sacado del armario una de las asignaturas más fatigosas para que los estudiantes la apliquen a su realidad más inmediata.
El primer experimento lo ha hecho con el botellón. Después de que Málaga Hoy publicara un artículo sobre el primer botellón del curso convocado a través de las redes sociales ante el denuedo del alcalde de Málaga, que pretendía convencer a los estudiantes que era mejor el ocio saludable y las vistas del amanecer que la farra callejera regada con alcohol en la calle, Gonzalo Fernández de Córdoba propuso a sus estudiantes que analizaran este fenómeno desde la perspectiva de la Teoría Económica.
El segundo caso práctico que abordan los alumnos está relacionado con las consecuencias que tendrá el incremento del Impuesto del Valor Añadido (IVA) en Málaga, porque, como explica este profesor, las consecuencias dependen de la estructura social: "No es lo mismo en una sociedad más envejecida donde la principal fuente de gasto son los medicamentos que tienen un IVA más reducido que en una población más joven en la que pesa más la compra de la vivienda".
El primer resultado de este experimento académico ha sido una espectacular participación del alumnado. El profesor Fernández de Córdoba no da crédito. Aunque se trata de trabajos voluntarios, aproximadamente el 30% de los estudiantes se han mostrado dispuestos a hacer este esfuerzo suplementario. Esta circunstancia considera que está relacionada con "la calidad de los alumnos" y su acercamiento al profesorado. Calcula que en el primer semestre del curso atenderá en las tutorías que realiza en la Facultad de Económicas de la UMA a tantos jóvenes como recibió durante los últimos diez años en la Universidad de Salamanca. En la histórica universidad salmantina los profesores "están acostumbrados a que los alumnos no te hablen. Vas por un pasillo y notas cómo se va haciendo un vacío a tu alrededor, pero aquí te abordan, te preguntan constantemente y se dirigen a ti en un tono tan amigable como correcto".
Esta relación es tan dinámica que el profesor se ha visto obligado a crear un sistema de gestión de las citas de tutoría para que no se le amontonen las visitas. Los alumnos anotan su nombre, correo y teléfono en un folio colocado a tal efecto en la puerta del despacho para que Fernández de Córdoba pueda atender sus peticiones por riguroso orden de inscripción de un público "tan vital y activo".
No obstante, este éxito de las tutorías también es inaudito en la Universidad de Málaga, donde cerca del 56% de los alumnos admiten que no acuden nunca al despacho del profesor, el 34% sólo alguna vez, según el último informe sobre la opinión que tienen los alumnos de la UMA sobre sus profesores.
Esta proactividad tiene reflejo en la actitud y calidad del profesorado, un hecho que, a juicio de Gonzalo Fernández de Córdoba explica por ejemplo que cada año ingrese algún alumno de la Universidad de Málaga en un club tan exclusivo y de tan difícil acceso como el Centro de Estudios Monetarios y Financieros del Banco de España, donde es dificilísimo entrar".
Pero no sólo la actitud sorprende a este profesor de Teoría Económica, sino también los trabajos. "Te encuentras trabajos muy bien construidos, documentados y con una presentación impecable".
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