Empleado busca empleoCasi 30.000 malagueños quieren cambiar de puesto de trabajo

La consigna de las personas que tenían un empleo en plena crisis era aguantar lo que fuera con tal de no perderlo. Agarrarse a ese clavo ardiendo, aún a costa de rebajas salariales, más horas de las previstas en el contrato y multiplicar su productividad. Los empresarios ya han asegurado que la moderación salarial sigue presidiendo la hoja de ruta y cada vez hay más personas que ya no quieren aguantar más ese ritmo, máxime cuando las perspectivas económicas mejoran y todo apunta a que se abre el abanico de oportunidades.

Hay personas cansadas tras varios años de estrés y otras que están realmente quemadas porque ocupan puestos que precisan una formación muy inferior a la que poseen. En estos años ha sido habitual ver a licenciados universitarios, con másters e idiomas trabajando en puestos básicos. Y eso los que tenían la suerte de hallar un empleo.

En este contexto, la consultora especializada en recursos humanos Randstad publicó recientemente un informe sobre cuántas personas en España buscan otro empleo pese a tener ya un puesto de trabajo, tomando como referencia los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Según este estudio hay 29.025 personas en Málaga que están apuntadas en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) como demandantes de empleo y que están ocupadas, representando el 13% del total de los demandantes.

Andalucía es la comunidad española donde se busca más ese nuevo empleo, que puede suponer un cambio de trabajo o sumarlo al puesto existente, en las horas que queden en el día, para llevar un sueldo extra a la casa. Hay 251.725 personas en la región que están trabajando y echando currículos mientras que en el conjunto nacional son 898.133. Andalucía acapara el 28% del total español. Dentro de la comunidad, Málaga ocupa una posición intermedia. Los sevillanos son los más activos a la hora de buscar otro trabajo (hay 53.679 personas haciéndolo) y los gaditanos están los últimos (24.485).

No obstante, no solo hay que analizar el número de demandantes sino el porcentaje sobre el total, pues arroja conclusiones curiosas sobre las auténticas perspectivas de encontrar realmente otro empleo o sobre la situación en la que se encuentran los trabajadores. En España, el porcentaje sobre el total de demandantes ocupados es del 16,4%. Ha subido por primera vez en los últimos siete años, lo que indica que muchos empleados consideran que lo peor ya ha pasado y que pueden tener acceso a otros puestos.

La situación varía de forma notable en función de la provincia. En Málaga, pese a su dinamismo empresarial, ser el motor económico de Andalucía, la fortaleza del turismo o ser una provincia con saldo positivo entre inmigrantes y emigrantes, esta ratio es pequeña. Ese 13% es tres puntos inferior a la media nacional y una de las más bajas del país. Eso puede tener dos lecturas, positiva o negativa en función del carácter de cada uno. O los malagueños están muy contentos en sus trabajos o es que no ven muchas opciones de cambio y aplican esa máxima de virgencita que me quede como estoy. Las provincias que encabezan el porcentaje de ocupados sobre el total de demandantes son las tres vascas, con una media del 34,8%, por lo que uno de cada tres empleados en el País Vasco está buscando otro puesto de trabajo.

Una de las conclusiones del informe de Randstad es que la intención de buscar un nuevo empleo es directamente proporcional al nivel formativo, de forma que aquellos que tienen una mejor cualificación son más propensos a cambiar de aires laborales. En toda España son 165.000 los trabajadores con educación superior que están apuntados como demandantes de empleo, el 18,7% del total, superando así la media estatal. También es cierto que este tipo de personas son las que han tenido, dentro de lo que cabe, más facilidades para encontrar trabajo en los años de la crisis, pues a los que más afectó fue a los obreros de la construcción y a personal de hostelería y servicios. Precisamente el sector servicios es el único en el que ha aumentado ligeramente el número de trabajadores que buscan otros empleos, mientras que ha disminuido en la agricultura, la industria y la construcción. No obstante, es en el campo donde hay más personas, porcentualmente hablando, que buscan otros empleos, algo lógico teniendo en cuenta que se trabaja por temporadas.

Un elemento clave a la hora de analizar otras posibilidades es el salario. La crisis le ha dado un auténtico tajo a los bolsillos de los malagueños, que han perdido una media de 1.140 euros anuales entre 2008 y 2014. Según los datos de la Agencia Tributaria, los malagueños terminaron 2014 con un sueldo medio de 15.128 euros y en 2008, al inicio de la crisis, era de 16.269 euros. La situación varía en función del sector, con altos y bajos, pero donde ha habido descensos más espectaculares ha sido en la industria, la enseñanza, la sanidad, los servicios a empresas o la hostelería.

También hay que tener en cuenta la edad de los trabajadores, porque los salarios varían de forma notable. Casi la mitad de los menores de 25 años en Málaga están en el paro y, de los que tienen un empleo, el salario medio no da para grandes cosas. Según Hacienda, el sueldo medio anual de una persona en Málaga entre 18 y 25 años es de 5.007 euros. Es una cantidad ínfima que, dividida en 12 pagas, apenas supone un ingreso mensual de 417 euros, pero se da además la circunstancia de que ha caído en algo más de 3.000 euros respecto al año 2008.

Los jóvenes, por esos sueldos bajos, por la temporalidad de los contratos y por la necesidad de hacer currículo, son especialmente propensos a cambiar de empleo. Pero la crisis ha sido tan brutal que se han visto afectadas personas de todas las edades. Desde la Agencia Tributaria se señala que han visto rebajado su sueldo los trabajadores de todos los tramos de edad en torno a 2.000 euros anuales.