Encuentran el cadáver del submarinista veleño desaparecido en Barbate
El joven de 23 años estaba pescando cuando desapareció el 22 de junio y ayer fue hallado por una embarcación britanica
Una embarcación británica de recreo encontró ayer sobre las 18:00 el cuerpo sin vida del joven submarinista de 23 años, Fidel Jiménez Marín. Se encontraba a diez kilómetros del punto donde desapareció el pasado 22 de julio mientras buceaba frente a la costa de Barbate. Concretamente, frente al faro de Trafalgar, acinco millas del litoral donde practicaba la pesca a pulmón. Los padres que se encontraban en su ciudad de origen, tuvieron que salir hacia la provincia de Cádiz para reconocer el cuerpo de su hijo siendo identificado poco antes de las 20:30. Una trágica noticia para los progenitores de Fidel, así como familiares y amigos pero que según comentaron estaban esperando encontrarlo, ya que una vez sabida de su muerte, sólo pensaban en recuperar el cuerpo. Los padres esperan hacerlo una vez culmine la autopsia que tendrá que practicarse al cadáver.
Precisamente, ayer por la mañana, el robot de una empresa especializada en tareas subacuáticas se había sumado a los trabajos de búsqueda de Fidel. Este dispositivo había sido contratado por el Ayuntamiento de Vélez-Málaga y trabajaba en coordinación con los efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo.
Los padres de Fidel mantuvieron el pasado viernes una reunión con el alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Moreno Ferrer (PSOE), para intentar mejorar los medios humanos y materiales de la búsqueda, y el regidor les informó sobre la contratación de esta empresa especializada. Una vez sabida de la recuperación del cuerpo del joven, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga convocó una Junta de Portavoces urgente para llevar a cabo las actuaciones a realizar en reconocimiento y solidaridad por el joven. Desde la Corporación Municipal también quisieron transmitir "nuestro más sentido pésame y todo nuestro apoyo y cariño a la familia y amigos".
La madre, Montserrat Marín, había pedido la pasada semana a las autoridades que se empleasen todos los medios disponibles para encontrar el cuerpo de su hijo y que fuese la Guardia Civil y no los amigos o compañeros de éste la que se hiciera cargo de esa tarea.
El joven vivía en la localidad gaditana de Barbate desde hacía casi un mes, y se había desplazado a la misma para compaginar un trabajo en un negocio de hostelería con la que era su pasión, la pesca submarina. La había practicado desde muy pequeño, según recordaban sus familiares.
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