Golpe a la mafia polaca asentada en Marbella con una veintena de detenidos
El 'Bandido', líder del grupo, cuenta con antecedentes por robos, homicidios y extorsión y residía en una casa valorada en 1,5 millones La Policía interviene una tonelada de hachís
Eran, en palabras del responsable de la Oficina Central de Información de la Policía de Polonia, Pawel Poltorzycki, considerados los "pesos pesados del crimen organizado". Integraban un poderoso grupo de origen polaco acusado de narcotráfico, homicidios, extorsiones y secuestros que había trasladado su base operativa a la Costa del Sol. La actuación policial, desarrollada al alimón entre España y Polonia bajo la coordinación de Europol, ha permitido desmantelar la banda. Los agentes han intervenido casi una tonelada de hachís, vehículos de en torno a 138.000 euros y también han bloqueado propiedades valoradas en 2 millones de euros.
Entre los 23 detenidos se encuentra el líder de la organización, que ha sido capturado en Marbella. Apodado El Bandido, tuvo especial protagonismo en los años 90, cuando encabezaba una organización de alcance nacional en su país de origen que se dedicaba, precisó el mando de la policía polaca, "a todo tipo de actividades ilegales". Tras salir de prisión en 2010, aprovechó que algunos de los miembros de su red se habían trasladado a España con la intención de afincarse y crear otra organización "de alcance internacional". El principal acusado residía en una vivienda de 1,5 millones de euros, en la que incluso tenía instalado un cine, pero llevaba "una vida completamente normal". Pasaba desapercibido.
El responsable del centro contra el terrorismo (ECTC) de Europol, Manuel Navarrete, ensalzó la colaboración internacional para enfrentarse a estos grupos "policriminales" y aseguró que "no existen fronteras". Gracias a esta cooperación "los delincuentes saben que no hay sitio donde se puedan esconder". Poltorzycki, jefe adjunto de la Oficina Central de la Policía polaca, reconoció que el problema actual es que "los chicos malos huyen de este país para llevar a cabo sus actividades en otros".
Las informaciones que originaron la intervención policial se vieron reforzadas por dos incautaciones a manos de las autoridades francesas y danesas en abril y mayo de este año. Se trataba de un envío de 35 kilos de marihuana en Francia y 75 de hachís en Dinamarca procedentes de Málaga. Así se pudo averiguar que la organización había trasladado desde la provincia 170 kilos de esta droga ocultos en dobles fondos de una furgoneta. Su conductor fue detenido en Valdepeñas.
También cayeron otros dos integrantes de la red, encargados de labores de vigilancia en un vehículo para alertar de la presencia policial. Posteriormente se registró un domicilio situado en una urbanización de Marbella, donde el grupo almacenaba 930 kilos de hachís. Hubo tres arrestos más. Un mes más tarde, los investigadores supieron que otro colaborador iba a salir del territorio nacional en un automóvil que formaba parte de un convoy de droga. El envío con el estupefaciente no pudo ser intervenido.
Una segunda fase del operativo se centró en la neutralización del grupo criminal de origen español que suministraba marihuana a la organización investigada. Las pesquisas apuntaban a que se iba a realizar un transporte de droga por parte de miembros de la banda. Un dispositivo con agentes de la Udyco Costa del Sol culminó con la incautación de 14 kilos de marihuana, a los que sumaron otros tres que guardaban en los domicilios de los siete detenidos.
La última fase de la investigación se desarrolló de forma coordinada en Polonia y España, donde se realizaron ocho registros en los domicilios de los principales investigados en España, en Marbella y Estepona, así como en Lebrija (Sevilla). Los agentes detuvieron a siete miembros de la organización, entre los que se encontraban sus máximos responsables. La estructura se daba así por desarticulada.
Simultáneamente las autoridades polacas llevaron a cabo registros en seis inmuebles en dicho territorio interviniendo documentos notariales de bienes y propiedades por un valor de 1.430.000 euros, además de transferencias bancarias y acciones bursátiles. También fueron intervenidas armas de fuego y munición. El comisario principal de la Comisaría provincial de Málaga, Pedro Garijo, felicitó a los agentes implicados y destacó que una de las piezas básicas para completar la investigación ha sido la localización de activos patrimoniales. "El delincuente comete el delito para obtener un beneficio económico. Si no somos capaces de averiguar dónde están no conseguiremos grandes éxitos, aunque encontremos la droga", recalcó.
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