La Guardia Civil investiga las llamadas con supuesta información sobre Amy
Los teléfonos no han dejado de sonar desde que se hizo pública la desaparición de la joven, pero de momento no hay datos sobre su paradero · El Ayuntamiento ofrecerá ayuda psicológica a la familia
La joven Amy Fitzpatrick ya lleva seis días desaparecida y no se sabe absolutamente nada de su paradero. El portavoz de la familia de la joven irlandesa, Franco Rey, confirmó ayer que no hay ninguna pista sobre dónde puede estar la adolescente, que desapareció la noche del 1 de enero cuando se dirigía a su domicilio desde la casa de una amiga, en Mijas-Costa. Eso sí, la familia ha recibido numerosas llamadas de teléfono desde que el caso se hizo público que en estos momentos centran las pesquisas de la Guardia Civil y son investigadas para comprobar si pueden arrojar algo de luz.
Todas las llamadas que reciben los familiares de Amy son comunicadas automáticamente a los investigadores para que puedan determinar si la información es buena o, por el contrario, deben ser descartadas. Sin embargo, según fuentes cercanas al caso, aunque ha habido un número considerable de avisos, se trata sobre todo de gente que se interesa por la chica, no de llamadas que ofrezcan alguna pista sobre dónde puede estar. En cualquier caso, es la Guardia Civil la que establece los filtros de si se trata o no de información importante.
Mientras tanto, los agentes del Instituto Armado, al frente del caso, se dedicaron ayer a recabar datos en la zona donde desapareció Amy. La joven fue vista por última vez sobre las 22.00 del 1 de enero cuando se marchó de casa de una amiga donde había hecho de canguro, en la urbanización Calypso. Antes de salir explicó que se dirigía a su casa, ubicada en Las Lomas de la Riviera, aproximadamente a un kilómetro de distancia. Es un camino solitario y oscuro y el padrastro de la joven, Dave Mahon, habló ayer para una televisión y dijo que la chica recorría cuatro veces a la semana este trayecto y que era peligroso.
Audry Fitzpatrick, madre de Amy, convocó a los medios de comunicación el sábado junto a su compañero sentimental para pedir ayuda ciudadana, también la de la colonia británica que reside en la zona. Mostró su miedo a un posible secuestro de la adolescente y recordó que cualquier dato puede ser útil para dirigir la investigación en un sentido u otro. Fuentes del Ayuntamiento de Mijas explicaron ayer que el alcalde, Antonio Sánchez (PSOE), ha previsto ofrecer ayuda psicológica a la familia en este duro trance. El Consistorio, entre otras cosas, ha puesto a disposición de la Guardia Civil unos 30 efectivos de la Policía Local y Protección Civil para participar en los rastreos organizados por la Sierra de Mijas para buscar a la chica.
Está previsto que el padre de Amy llegue hoy a Málaga desde Irlanda. La chica vive en Mijas con su madre y su padrastro -también tiene un hermano- desde hace cinco años y la mayoría de sus conocidos son ingleses o escoceses. Es una joven muy delgada, con el pelo oscuro y la piel pálida y el día de su desaparición vestía un abrigo negro, una camiseta negra de la marca Diesel y un jersey oscuro.
La familia, que ha hecho un llamamiento desesperado por si alguien ha visto a la adolescente, asegura que no tenía problemas en casa y cree que no se ha ido por su propia voluntad. Ha distribuido carteles con su foto por toda la Costa del Sol en los que detalla su aspecto físico y la ropa que llevaba puesta el día 1. Ofrece una recompensa a quien aporte algún dato que ayude a localizarla. Quien tenga alguna información puede llamar a los teléfonos 062, 112 ó 636 07 96 19.
No hay comentarios