"Hojiblanca da un salto de cinco años con nuestra unión con Deoleo"
Antonio Luque, director general
El pacto alcanzado el jueves entre los dos líderes mundiales en producción y distribución de aceite de oliva permitirá a la cooperativa malagueña multiplicar sus ventas y su presencia internacional.
La cooperativa andaluza Hojiblanca ha dado el gran salto y entrará con un 9,63% en el capital de Deoleo -antigua SOS-, el primer grupo mundial de distribución de aceite de oliva. Antonio Luque, director general, explica a este diario todas las claves de la operación, en la que se ha trabajado de forma constante durante casi un año.
-¿Qué supone la integración de Hojiblanca en Deoleo?
-Se trata de unir esfuerzos y vamos a llevar conjuntamente una serie de actividades. Hojiblanca aporta unos activos y se queda con casi el 10% de Deoleo. No ha sido una compra, sino una asociación para mejorar la comercialización de nuestro producto a escala mundial. Creo que el hecho de que un grupo de cooperativas tenga una participación en una empresa líder a nivel mundial es importantísimo. Es un hecho histórico en España.
-Deoleo se queda con la marca Hojiblanca y la fábrica de Antequera.
-Sí. Deoleo se queda con esas dos cosas y Hojiblanca se queda con Deoleo. Pasaremos a ser el gran accionista industrial de Deoleo y el único que conoce el sector. Para nosotros era fundamental tener una participación en esta empresa. Para que nos hagamos una idea, la marca Hojiblanca puede vender unos 12 ó 14 millones de litros de aceite en el mundo y el total de marcas de Deoleo vende 300 millones de litros. Hojiblanca tiene el 10% de un grupo que vende más de 300 millones de litros. Como productores nos interesa muchísimo.
-¿Se pierde o se gana poder de decisión en la empresa?
-Ganamos capacidad de decisión. Mucha más de la que hemos tenido hasta ahora. Todos los profesionales del sector están valorando la operación como algo interesantísimo para Hojiblanca y sus socios agricultores. Hojiblanca va a marcar la pauta del sector dentro de Deoleo porque en esta empresa la mayoría de los accionistas que hay son de entidades financieras [Bankia, Unicaja o BBK entre otros]. Vamos a tener la voz cantante en el conocimiento del sector. Eso vale mucho más que los 12 ó 14 millones que vendíamos con marca Hojiblanca. Así podemos dar nuestra opinión sobre por dónde debería ir el futuro del sector y dar salida a nuestra producción con un valor añadido mayor. Esta mañana [por ayer] me han llamado de Italia y me han dicho que esta operación va a cambiar el sector del aceite de oliva en el mundo porque por primera vez se une la industria líder del sector con el líder productor a escala mundial. Esto no había pasado nunca. Es un hecho histórico y tiene que servir para garantizar la viabilidad de la empresa y de las explotaciones de los agricultores. Buscaremos fórmulas para optimizar todos los eslabones de la cadena del sector.
-¿Ha encontrado algún detractor?
-Puede que haya gente que pueda criticar esto. Hay gente que vivía del desorden y la atomización del sector y a eso hay que sumarles envidias y celos profesionales.
-¿Cómo beneficiará al agricultor este acuerdo desde el punto de vista económico?
-Obtendrá los rendimientos por el 10% de Deoleo, estará posicionado en el mercado y podrá dar salida a su producción de aceite. No nos acordamos de que este año vamos a tener un excedente de producción y en España sobra un 30%. Lo que ha pasado es que ha habido sequía y el precio se ha incrementado. Los agricultores necesitan que se venda su producto y cobrar y ahora se va a obtener más valor añadido, lo que no van a tener aquellos agricultores que no sean propietarios de una empresa de este tipo. Eso es lo que sucede en el centro y norte de Europa, donde cooperativas forman grandes grupos de producción y distribución. Los resultados no se verán hasta que todo el engranaje se consolide pero estoy segurísimo de que se verán de forma espectacular a partir de 2013 ó 2014.
-El resto de líneas de negocio quedan, por tanto, igual.
-Todo igual. No hay cambio ninguno. Solo pasa que una parte de la cooperativa, que puede ser un tercio, no lo va a gestionar directamente la cooperativa sino la cooperativa a través de Deoleo. Los otros dos tercios (aceituna de mesa, suministro, etcétera) los sigue llevando la cooperativa. Ahora bien, nosotros intentaremos aprovechar la estructura de Deoleo para vender aceitunas y otros productos en el futuro. Con esta operación, Hojiblanca da un salto de cinco años. Probablemente dentro de ocho o diez años podíamos haber llegado donde ahora podemos hacerlo en dos años. Esa es la diferencia.
-¿Qué previsiones de facturación tiene Hojiblanca tras este pacto?
-Estoy convencido de que Deoleo y Hojiblanca van a incrementar su facturación.
-¿Tienen ya un porcentaje estimado de crecimiento?
-Todavía no.
-¿Qué nuevo salto internacional dará Hojiblanca ahora?
-Deoleo tiene tres de las cuatro marcas más importantes de aceite de oliva en el mundo [Carbonell, Koipe y Bertolli] y la marca Hojiblanca está entre las 15 primeras. Eso nos va a permitir alcanzar un crecimiento espectacular en muchos países. Seguiremos creciendo en muchos mercados en los que ya estamos como EEUU, donde Deoleo es líder, o Brasil, donde ni Deoleo ni Hojiblanca somos líderes pero juntos sí podemos dar un empujón importante. En China puede pasar lo mismo. Todo se ve con un prisma local. Cuando nos sentamos a negociar con un operador chino, Deoleo y Hojiblanca juntos son una décima parte de cualquier empresa mediana o grande china de comercialización de productos de alimentación. Es una pena que creamos que tenemos que ir la cooperativa de cada pueblo a vender aceite a China una a una. Es imposible.
-Usted siempre ha defendido la concentración.
-Ya está pasando en otros sectores. En el agroalimentario, sin concentración podemos apenas malvivir.
-¿Es este el último paso?
-Nunca se sabe. Hojiblanca lleva nueve años en los que dobla su facturación y producción cada tres años. Probablemente vamos a doblar en dos años en lugar de en tres. Soy optimista. Creo que podemos seguir creciendo y dando nuevos pasos.
-Resulta llamativo que siendo españoles los líderes mundiales en producción y distribución de aceite de oliva no se haya llegado antes a un acuerdo como el que el jueves aprobaron los consejos de administración de ambas empresas.
-Es que no es fácil. Cada uno tiene sus intereses. Hay que pensar que muchos de los socios de Deoleo son entidades financieras y antes o después le tienen que buscar una salida a la empresa. Una de las cosas que nos preocupaba es que cualquier día se vendiera la empresa a cualquier fondo de inversión extranjero y una empresa que es fundamental para el sector del aceite de oliva español pudiera caer en manos de alguien de fuera. No descartamos que es posible que en el futuro sea bueno que haya una participación de capital extranjero pero está claro que la gran toma de decisiones debe estar en España. No en mi pueblo, sino en España.
No hay comentarios