Investigan un posible punto de venta de armas de 'yihadistas' en Málaga

Sospechan que en la provincia estaba el punto de venta habitual Se han incautado de un centenar de armas en el mercado negro

Agencias Madrid

28 de abril 2015 - 01:00

La Guardia Civil investiga el posible desvío de armas procedentes del mercado negro a grupos yihadistas tras desarticular una trama que operaba en España y que se dedicaba a comprar armas inutilizadas en el extranjero, a repararlas y a ponerlas en circulación. Según informaron desde el Instituto Armado, han sido detenidas siete personas, entre ellas un joven policía nacional de unos 30 años que presta sus servicios en labores de Policía Judicial. Además se han intervenido 99 armas de diferentes modelos y 21.000 cartuchos. Los arrestados contaban con un taller en Alicante. Los investigadores creen que en esa localidad vendieron al menos 20 armas aunque su punto de venta habitual estaba en Málaga, donde se sospecha que vendieron otro centenar de armas en el mercado negro. Los responsables de la investigación no ocultan el "posible riesgo de desvío hacia grupos yihadistas".

Fusiles de asalto, subfusiles, pistolas, revólveres, rifles y carabinas son algunas de las piezas que ayer expuso el Servicio de Información del instituto armado, cuyos responsables han expresado su preocupación por que los grupos yihadistas puedan hacerse con armas de guerra en el mercado negro.

Uno de los detenidos, en la provincia de Málaga, adquiría de forma masiva, además del tipo de armas como las citadas, otras detonadoras que, tras manipularlas para que pudieran disparar proyectiles, las vendía junto con su munición a través de internet. Mientras, comercializaba también otro tipo de armas prohibidas, como llaveros-pistola y pistolas eléctricas tipo "láser". Otro de los arrestados contaba en el garaje de su chalé de la provincia de Alicante con un taller clandestino, donde se ha incautado abundante maquinaria y herramientas, así como cañones, piezas de las armas, cargadores y varias piezas en proceso de rehabilitación. Incluso, este hombre fabricaba silenciadores de forma artesanal.

La operación se ha realizado en Vizcaya, Navarra, Cantabria, Burgos, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria y, sobre todo, en Málaga y en Alicante, donde uno de los arrestados disponía de un taller para la reparación de esas armas. Se calcula que la red ha podido vender entre 120 y 130 piezas en el mercado negro, a un precio que oscila entre los 1.200 y los 2.000 euros, con una ganancia que triplica el valor por el que adquirían cada pieza.

Procedentes en su mayoría de países del Este, aunque algunas otras son de Estados Unidos y de las Fuerzas Armadas españolas, los miembros de la red adquirían las armas en el extranjero a través de internet y las recibían a través de paquetes postales. Al comprarlas ilegalmente, no se registraban en las bases de datos nacionales y podían ser desviadas al mercado negro con impunidad.

Los mandos del Servicio de Información resaltaron la relevancia de la operación, no solo por el número de armas incautadas, sino por haberse desmantelado el taller clandestino y haber evitado el riesgo de que caigan en manos de delincuentes o de organizaciones terroristas. Los agentes recordaron que el Estado Islámico el Daesh sólo da instrucciones a sus terroristas para que atenten donde puedan y con lo que puedan, por lo que ellos mismos tienen que hacerse con las armas.

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