Jóvenes y con empleo en Málaga

La economía malagueña y española en general vive uno de los peores momentos de su historia. La palabra crisis se repite constantemente, el paro se dispara todos los meses, las medidas adoptadas por las Administraciones Públicas aún no han calado, el consumo está por los suelos y el desánimo se ha implantado en la sociedad. Partiendo de esta base, que es real y la vemos a diario, hay que tener claro que no todo está perdido, que, como se suele decir, cuando se cierra una puerta se abre una ventana. Hay miles de personas que están en el desempleo (más de 200.000, según el último dato de la ETA), pero también hay miles de personas que han encontrado, aunque sea difícil, un trabajo y están contentas. En muchos casos su contrato es temporal, no saben qué les va a deparar el futuro pero son optimistas, que es la primera receta para salir cuanto antes de la crisis.

Patricia Villatoro es una de esas afortunadas. Tiene 24 años, una conversación divertida y una sonrisa, como pueden comprobar en la primera fotografía, radiante. Hace apenas diez días empezó a trabajar en la agencia de viajes Rhodasol. Le han hecho un contrato temporal de seis meses, por temporada, ya que es lo que se estila en este sector pero asegura que está "muy contenta".

Patricia hizo una entrevista de trabajo animada por una amiga y obtuvo su recompensa. Estudió un módulo y, nada más salir, encontró un puesto de trabajo en una agencia de viajes llamada Europlaya. Estuvo allí un año y medio aunque siempre con contratos temporales. "Normalmente las agencias cortan a la gente cuando termina la temporada y las vuelven a coger después hasta que te hacen fijo, pero yo no tuve al final esa suerte", apunta. Su anterior trabajo fue en la agencia Mas Cerca Viajes, donde estuvo siete meses y medio. La crisis y la finalización de su contrato la llevó al paro en octubre del año pasado, por lo que ha estado seis meses en el desempleo. En cualquier caso no ha perdido el tiempo ya que aprovechó esos meses para mejorar su inglés a través de un curso de la Junta de Andalucía, aunque no lo ha podido terminar al salirle este nuevo trabajo. Patricia no tiene claro qué pasará dentro de seis meses. "Dependerá de la demanda que haya", afirma, aunque se muestra ilusionada ya que en esta empresa han entrado varios trabajadores nuevos y eso es señal de que, al menos, hay interés por parte de los propietarios.

Parece que tener 24 años da suerte en el terreno laboral. Estefanía Barrios tiene la misma edad que Patricia y también ha encontrado un empleo en el que se siente muy a gusto. Terminó la licenciatura de informática en junio del año pasado y ahora está a la espera de entregar el proyecto fin de carrera. Accedió a unas prácticas de 180 horas en la empresa Arpa, ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía, y tras finalizarlas, decidieron contratarla. "A mí me gustó mucho el ambiente y creo que ellos también se quedaron contentos conmigo", señala Estefanía, que fue contratada como profesional a finales de enero por un espacio de seis meses. Estefanía no ha llegado ni siquiera a apuntarse al paro y reconoce que "he tenido suerte, sobre todo en estos tiempos que corren". Su deseo es seguir en esta empresa, fundada recientemente por tres jóvenes emprendedores que ya han obtenido varios reconocimientos empresariales con su apuesta tecnológica por la realidad aumentada, un área en crecimiento.

Otra opción para encontrar un empleo es, directamente, crearlo. Francisco Crespillo, junto a sus hermanos Juan Carlos y Javier, van a abrir una tienda muy especial en calle Martínez. Se trata de un establecimiento gourmet autoservicio "en el que vamos a tener productos de altísima calidad que no se pueden encontrar en otros sitios", subraya Francisco. Caviar de Riofrío, cangrejo ruso, botellas de cognac de 800 euros, aguas minerales de marca con cristales de Swaroski, una sal negra de Hawai para el foie, flores de Australia para echarlas al champán... El surtido, promete Francisco, va a ser innovador, aunque también habrá aceites, espárragos u otros productos más típicos "pero siempre con la garantía de que van a ser las mejores marcas del mercado". Además, van a poner lectores de barra con pantallas táctiles donde el comprador podrá ver, junto al precio, la procedencia de cada producto o posibles recetas.

Los hermanos Crespillo son hijos del propietario de una famosa tienda de ultramarinos localizada también en calle Martínez, conocida por vender bacalao. Francisco ya montó un establecimiento en La Malagueta "de corte más tradicional y ahora queremos romper con la tradición familiar y hacer algo distinto". En estos momentos están en pleno proceso de decoración de la tienda, que esperan abrir en unos dos meses, y prevén contratar a una persona.

En marzo se firmaron en Málaga 40.471 contratos. El paro acecha pero siempre hay una salida. Hay que tener ilusión, optimismo, suerte y cruzar los dedos para que esta crisis maldita termine cuanto antes.