Infraestructuras

La Junta avala el plan del alcalde de Málaga para reducir la inundabilidad del Guadalhorce

  • Admite que las soluciones de bajo coste estudiadas por el Ayuntamiento permitirían "mitigar sustancialmente” el riesgo

  • A pesar de ello insiste en que para eliminarlo totalmente se necesita sustituir el puente de la MA-21

Imagen del caudal del Guadalhorce tras unas fuertes lluvias en Málaga capital.

Imagen del caudal del Guadalhorce tras unas fuertes lluvias en Málaga capital.

Las soluciones de bajo coste puestas sobre la mesa por el Ayuntamiento de Málaga para rebajar el grado de inundabilidad que desde hace años pesa sobre el entorno del río Guadalhorce tienen el visto bueno de la Junta de Andalucía, que considera que con el desarrollo de las mismas se conseguiría "mitigar sustancialmente" este riesgo. Y todo ello sin necesidad de abordar intervenciones de una envergadura económica superior, como la construcción de un nuevo puente sobre el tramo final del cauce.

De acuerdo con los datos aportados a este periódico, la puesta en marcha de esas medidas permitiría ampliar la capacidad actual del cauce en unos 1.100 metros cúbicos por segundo. "Es el caudal que actualmente no fluye por el encauzamiento hasta llegar el mar y se desborda haciendo que aumente la lámina de agua en la zona inundable", señalaron fuentes próximas al estudio.

Cabe recordar que en el año 2003, el Gobierno central afrontó una inversión de unos 82 millones para mejorar las condiciones del río en su parte final, garantizando un caudal máximo de 4.000 metros cúbicos por segundo. Aquella intervención se anunció iba a permitir adecuar la parte final del río ante avenidas por un periodo de retorno de 500 años, algo que puso en cuestión la Administración regional con su plan de inundabilidad.

De ello se deja constancia en los documentos oficiales a los que tuvo acceso este periódico y que integran una parte del Estudio Hidráulico de Detalle del Último Tramo del Río Guadalhorce redactado por la consultora Irtene por encargo de la sociedad municipal Promálaga. En el mismo, se recoge un escrito de la Dirección General de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico de la Administración regional en el que se admiten la incidencia que la solución analiza tendría en el sentido de reducir la huella de inundabilidad que afecta a buena parte del suelo industrial ya consolidado, así como a los nuevos desarrollos contemplados en las márgenes del río.

Sin embargo, afirmando esta primera idea, el departamento autonómico también pone de relieve en el citado escrito, con fecha de 11 de octubre pasado, reafirma la necesidad de abordar la sustitución del actual puente de la carretera MA-21 con el fin de resolver "en su totalidad los problemas derivados de la avenida de 500 años de periodo de retorno". Habla también de desarrollar acciones de drenaje en el interior de los polígonos industriales.

Una infraestructura cuyo coste se estima en unos 60 millones de euros y que se viene poniendo sobre la mesa desde hace varios años como la solución definitiva para el problema que afecta a esta zona de la ciudad ante el potencial desbordamiento del Guadalhorce. A pesar de ello, la realidad es que los pasos que las administraciones públicas han dado en esta dirección han sido nulos. A modo de ejemplo, durante meses el Gobierno central hizo responsable de esta infraestructura al Ayuntamiento, aduciendo que se trata de una carretera que se encuentra ahora bajo su competencia.

A la espera de que se allane el camino para esta intervención, recogida en el plan hidráulico de la Cuenca Mediterránea, el Ayuntamiento ha estado trabajando en los últimos meses en trazar una hoja de ruta alternativa para reducir el riesgo. Y la misma está compuesta por una serie de acciones que tienen carácter "de transitoriedad hasta que construya el puente".

El estudio de Irtene señala seis intervenciones concretas para mejorar la situación actual del río y que, tal y como señaló tiempo atrás el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tendrían un coste de pocos millones de euros. Estas son las soluciones:

  • Recrecido de la margen izquierda de los arroyos Padro de Jurado, de las Yeguas, Boticario y Pocapringe en su confluencia con el encauzamiento del río Guadalhorce.
  • Acondicionamiento a su estado original del encauzamiento en el entorno del ferrocarril de Cercanías Málaga-Fuengirola, con la retirada de acopios de material.
  • Restauración del cauce de aguas bajas a las condiciones del proyecto original.
  • Rebaje del cauce de aguas altas en las cercanías del puente de la MA-21, apertura total del segundo arco de avenida de la margen izquierda y la modificación de las tuberías de impulsión de la zona oeste de Málaga y Torremolinos bajo el puente de la MA-21.
  • Recrecimiento de las motas del encauzamiento del Guadalhorce aguas arriba del puente de la MA-21.
  • Recrecimiento del encauzamiento del arroyo de las Cañas en su parte final.

La incidencia que la huella de inundabilidad tiene sobre la ciudad es grande, como demuestra el hecho de que casi el 70% del suelo industrial (ya desarrollado y con desarrollo futuro) se encuentran afectados por la misma. Los empresarios del sector vienen denunciando desde hace años la paralización de operaciones de compraventa de naves y suelos productivos por esta razón.

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