La Junta inspecciona el asador que permite fumar a sus clientes

José Eugenio Arias Camisón, propietario del asador Guadalmina, está sorprendido y desbordado de la atención mediática que está recibiendo. Siendo el único local de España que formalmente se ha declarado en contra de la aplicación de la ley antitabaco, es lo menos que cabría esperar. Ayer tuvo lugar la visita de los inspectores de la Delegación Provincial de Salud, después de que su responsable, María Antigua Escalera, anunciase que "la ley es de obligado cumplimiento", ya que "ha seguido toda la tramitación correspondiente y, por tanto, es de obligado cumplimiento para todos".

La visita se produjo después de que llegase a la citada Delegación el acta de denuncia que la Policía Local que el municipio interpuso el pasado lunes. Ahora empiezan los plazos para que se notifique la multa pertinente.

La dirección de este restaurante, situado en la urbanización Guadalmina de Marbella (Guadalgetxo para los vascos, debido a la gran cantidad de familias que tienen en él su segunda residencia), colocó en la puerta un cartel en el que se leía: "Ante la inminente entrada en vigor de la Ley Antitabaco (cortina de humo creada por nuestro Gobierno para tapar siete años de destrucción masiva de España), les informamos que, como negocio privado, haciendo uso de lo que nosotros entendemos son nuestros derechos, dicha ley no será aplicada en nuestro establecimiento. Pedimos disculpas a toda aquella persona que se sienta perjudicada". "El lunes, en la segunda visita de la Policía Local que tuvimos, me pidieron que retirara el cartel, a lo que me negué", explicó Arias.

Ayer a mediodía lo cierto es que eran pocos los que encendían su cigarrillo, eso sí, con toda la naturalidad. "Los clientes están encantados con la medida", afirmó el propietario. Muestra de ello es que muchos se acercaban a él para felicitarlo por su iniciativa. Eso sí, espera no quedarse en esta insumisión: "A partir de mañana [por hoy], voy a poner en marcha una plataforma, donde unir a los hosteleros que no están de acuerdo con la ley. Si consiguió derrocarse en países como Grecia u Holanda, ¿por qué aquí no?", se preguntó.

Por ello, insistió en los apoyos que ha recibido tanto de otros hosteleros como a través de las redes sociales. Preguntado por la multa que le puede caer al establecimiento (que puede oscilar entre los 600 y los 10.000 euros), alegó que cuando la tenga, "me pienso defender con mi abogado". Sin embargo, cuestionado sobre si tanta repercusión mediática tiene su beneficio, fue cauto: "Si al final me cierran el local, evidentemente no. Y no sé si volvería a abrirlo". Arias, nacido en San Sebastián, lleva viviendo en Marbella más de 25 años. Abrió el asador Guadalmina hace diez años.