Limasa prueba una máquina para quitar la cera en menos tiempo

El nuevo sistema supondría reducir de dos meses a dos semanas la retirada de este residuo, que cuesta 300.000 euros al año

Un operario de Limasa prueba la nueva máquina en la calle Comedias.
Raquel Garrido Málaga

18 de mayo 2016 - 01:00

La búsqueda incansable de soluciones contra la acera que se queda incrustada en la vía pública y que la empresa mixta de limpieza Limasa lleva a cabo desde hace años parece que está a punto de lograr los esperados resultados. Desde el lunes los operarios prueban una máquina, de apariencia similar a la de una aspiradora, capaz de retirar el molesto residuo en una cuarta parte del tiempo que se emplea actualmente de manera manual.

El secreto es la gran presión con la que sale el agua procedente de un camión cisterna a la que la máquina debe ir enganchada y que permite desincrustar del suelo todo lo que encuentra a su paso apenas con una pasada. Su alto rendimiento convence a los responsables de Limasa, ya que un día de trabajo de esta máquina equivale a seis días de trabajo con hidrolimpiadora. Eso significa que en vez de dos meses que casi se ha tardado este año en retirar toda la cera derivada de las procesiones de la Semana Santa, con la ayuda de este aparato se hubieran hecho falta dos semanas si se trabajara con dos turnos con el consiguiente ahorro en mano de obra.

No es la primera vez que la empresa prueba maquinaria similar, pero el concejal de sostenibilidad Medioambiental en el ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, confirmó a este periódico que en este caso "los resultados están siendo muy buenos y si finalmente cumple con todos los requisitos de riesgos laborales y de limpieza seguiremos para adelante para usarla a partir de ahora".

Ya se utiliza un sistema muy similar en Sevilla, dijo el edil, que resaltó que desde el lunes se están haciendo pruebas en varias calles del centro histórico de la capital para cerciorarse de su eficacia.

Al menos, ya ha demostrado su ventaja con respecto al método tradicionalmente empleado. Espátula en mano para rascar el suelo y agua caliente con un hidrolimpiador a presión son las armas que los operarios de limpieza de la ciudad disponen para hacer frente a la cera que queda incrustada cada año tras la salida procesional de las cofradías. Hasta ahora, el método manual ha resultado el más efectivo después de probar otros productos químicos que, además de más caros, provocan más molestias por ruido al tener que usar una máquina para aplicarlo

Limasa lleva años probando numerosos sistemas en busca de la solución ideal. El objetivo es reducir el gasto, puesto que se estima que el coste total anual destinado a la retirada de cera es de 303.787,77 euros que desglosado implica unos 42.274,40 euros para la limpieza que se lleva a cabo durante la Semana Santa, otros 260.013,37 euros para la limpieza más exhaustiva que se hace con posterioridad y otros 1.500 euros que es lo que cuesta el producto antiadherente que se aplica en el pavimento de algunas calles.

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