Málaga

Literatura, música y cine impregnados de Andalucía

  • El mundo de las artes y la cultura está lleno de ejemplos de personas que no ocultan esta identidad

Antonio de la Torre con el Premio Forqué.

Antonio de la Torre con el Premio Forqué. / EFE

Ya lo dejó por escrito Rafael Alberti para los “poetas andaluces”: “Cantad alto, oiréis que oyen otros oídos; mirad alto, veréis que miran otros ojos; latid alto, sabréis que palpita otra sangre”. La tierra, a veces, emerge en canciones, en libros, en películas, en coreografías o lienzos y, lejos de suponer un prejuicio, hay quienes llevan la bandera blanca y verde allá por donde pisan.

“La riqueza estética musical y poética que hay en Andalucía es tan bestia que siendo de aquí es fácil que, como decimos, la cabra tire al monte”, ilustra El Kanka. El cantautor malagueño tiene en su repertorio un himno a la comunidad autónoma, “una declaración de amor” que habla de tú a tú a un lugar “que revive a la poesía en cuanto el día se muere” y que termina con un verso tajante: “Nadie te va a querer como Andalucía te quiere”.

Él, que lleva años fuera de su Málaga natal, afirma que vuelve “todo el rato”: “Estoy completamente enamorado, cuando voy es cargar las pilas, regresar a la luz, y eso es inspirador”. Al final, todo se resumen en algo sencillo: el ser humano se ve inevitablemente influido por todo lo que le rodea, tal y como el escritor Antonio Soler explica: “Nací en Málaga y he vivido la mayor parte de mi vida aquí, es el ojo a través del cual he percibido la realidad, con unas características especiales. En mi trabajo, hay una realidad muy evidente que es Málaga”.

En Sur, Soler dibuja una ciudad cualquiera que en todos los supuestos sería la capital de la Costa del Sol aunque se afana en aclarar que con la pluma en la mano huye de términos localistas “porque, precisamente, eso está intrínseco en el espíritu andaluz: el no chovinismo”. “Por pura historia, Andalucía es un lugar de encuentro, de mezclas, de intentar negociar con el otro como método de supervivencia”, aclara.

Esta misma idea, aunque en otras palabras y con un acento más crudo, expresa el actor Antonio de la Torre: “Los andaluces tenemos esa capacidad de ejercer un nacionalismo no excluyente, aunque podría parecer un oxímoron. Es mi forma de vivir también, yo hago mía la Andalucía libre, la España y la Humanidad de las últimas letras del himno de Blas Infante. Los andaluces que admiro ejercen un andalucismo sin frontera que no deja fuera a nadie”.

El ganador de dos premios Goya confiesa que a medida que ha madurado, personal y profesionalmente, ha “evolucionado” en su andalucismo: “Me he afianzado en mi esencia, en mi acento, y he dejado de verlo como algo inferior”. Ahora, confiesa, “actúo en andaluz”. “A las personas nos ocurre que cuando nos sale algo de lo más profundo sacamos nuestras raíces. A mí me sale el malagueño que soy, el lugar donde me crié y la esencia que he mamado”, asevera.

Los clichés, sin embargo, perviven y es difícil desterrar de la idea de andaluz el chascarrillo y ese acento aspirado. “Yo defiendo nuestro acento, nuestro dialecto y nuestras palabrillas. Es maravilloso y me da rabia cuando nos piden que hablemos bien. ¡Claro que hablamos bien! El lenguaje es una vía de comunicación con la que tenemos que entendernos pero siempre voy a defender mi cultura, mi raíz y mi esencia por encima de todo”, apunta la cantante Vanesa Martín.

“Los clichés están en todo el mundo y son normales. El problema viene cuando la gente los cree. Andalucía no es una tierra a la que se le tenga tirria, fuera nos tienen mucho cariño aunque hay gente muy ignorante, pobrecitos míos, que hablan de Andalucía como un sitio en el que siempre estamos de fiesta. Gente que no ha pisado esta tierra en su vida”, añade El Kanka. Como Martines Ares escribió para la comparsa El perro andalú en 2018: “Como es posible que no me entiendas / si tu memoria está escrita en el Sur / pregúntate que ya es hora / si el inculto no eres tú”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios