EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
La marca Málaga Valley, creada e impulsada hace diez años por el Ayuntamiento de Málaga, ha sido criticada en las últimas semanas por empresarios y por toda la oposición municipal porque consideran que no hay conexión entre las grandes empresas que participan en las reuniones del club y el tejido local. Dicho de otra forma, que no está sirviendo para gran cosa pese a que el Ayuntamiento invierte 175.000 euros anuales. El presidente del club Málaga Valley, Javier Cremades, ha tomado nota y ayer se pudieron apreciar los primeros cambios. Reconoció que el club "sigue reinventándose", que quieren ser "más ambiciosos y más locales" y anunció que en las próximas semanas presentarán un balance de todo lo realizado, de forma directa o indirecta, en Málaga gracias a este proyecto.
"El club camina hacia su décimo aniversario. Cuando nacimos pedimos una década para posicionar a Málaga a escala internacional desde el punto de vista tecnológico y en este tiempo han surgido eventos, foros, grupos de emprendedores, la marca, Transfiere, etcétera", defendió Cremades, quien añadió que "con Málaga Valley piensas en incubadoras, tecnología o coches eléctricos". En este sentido, el también abogado y creador de Málaga Valley junto al alcalde Francisco de la Torre, destacó que "en los últimos años han venido a Málaga 46 empresas extranjeras" y que "hay un ecosistema de innovación incipiente en España y en Málaga tiene mucha frondosidad".
Cremades aprovechó la XIX reunión del club Málaga Valley, celebrada ayer en el teatro Echegaray, para reivindicar la labor desarrollada. "Queremos dar más visibilidad en el mundo a Málaga. Está trabajando bien sus fortalezas porque es líder en turismo y está jugando la partida para atraer talento y riqueza, siendo una potencia en el campo de la innovación", apuntó el presidente del club, quien destacó la inversión de 80 millones de euros de Endesa en Málaga para el proyecto smartcity o la creación del Málaga Open Future de Telefónica. "Mucha gente de aquí se hace cada vez más grande y mucha gente grande quiere venir aquí", concluyó.
Parece que las críticas al modelo dolieron. En la reunión de ayer se escuchó la palabra Málaga más que nunca y se dio bastante más juego del habitual a empresarios locales. De hecho, abrió la conferencia el empresario malagueño Diego Jiménez, propietario de la compañía quehoteles.com, entre otras. Éste reclamó que no se penalice el fracaso porque es parte del camino de los emprendedores e hizo especial hincapié en las enormes posibilidades que ofrece hoy en día internet para crear una empresa. "Es el mejor momento para emprender on line porque hay muchas herramientas. Ahora todo es más fácil, aunque emprender nunca lo ha sido", señaló.
La terna de invitados la completaron Vicente Moreno, presidente de Accenture en España, y Luis Solana, presidente de Telefónica Open Future. Ninguno es de Málaga, pero defendieron a capa y espada las virtudes de esta provincia, influenciados posiblemente por el malagueñismo que reinó toda la sesión. Ambos tienen además proyectos importantes aquí. Accenture está en el PTA, a través de Coritel, desde 1998 y "hemos ampliado nuestro espacio con un segundo edificio. Contamos con Málaga porque es un sitio en el que todos ganamos", recalcó. Solana, por su parte, recordó que en noviembre se abrirá Málaga Open Future, un centro en el que se asesorará de forma gratuita a una docena de emprendedores y se les darán todas las herramientas para que sus respectivos proyectos puedan ser viables. "Telefónica quiere provocar un cambio profundo en Málaga y no cabe duda de que Málaga Valley ha sensibilizado a mucha gente", comentó este ex político y empresario español que, entre otras cosas, fue director general de Radio Televisión Española y que aseguró que hay un "enamoramiento entre Telefónica y Málaga".
La intervención de Diego Jiménez fue, según dijo Cremades, un "pequeño guiño a los empresarios de Málaga con talento, apoyo y visión global". Ese guiño, reclamado por el tejido local, fue mayor ya que hablaron otros empresarios malagueños o representantes de compañías de fuera de la provincia que están planteándose trabajar en Málaga. Uno de ellos fue David Arenal, director de ventas de Oracle en Málaga. Aseguró que esta multinacional ha pasado de tener 50 a 500 empleados en Málaga en solo unos años "y la mayoría no son españoles, pero en Málaga se les acoge desde el principio para que se sientan a gusto, buscamos una inversión a largo plazo y estas 500 personas empiezan a tener familia y a buscar proyectos personales para ellas aquí". Otro fue Santiago Lucas, consejero delegado del grupo malagueño TopDigital. Destacó el recorrido de su aceleradora, llamada Sprita, y las ideas de los emprendedores, aunque consideró necesario establecer más criterios para convertir esas ideas en empresas reales.
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