Emasa subió ayer el último escalón de alarma frente a la falta de agua en la capital. El comité de sequía de la empresa municipal decretó el máximo nivel de alerta y tiene intención de preparar un plan de medidas para afrontar la escasez de lluvias, con posibles restricciones a finales de año -posibilidad más pesimista- o principios de 2009. El comité de coordinación del Ayuntamiento, que aglutina a todas las áreas municipales con algún tipo de implicación en la materia, se reunirá el próximo 26 de septiembre para ratificar la medida.

"La situación es preocupante y hay agua para seis o siete meses, estamos en peores condiciones que el año pasado por estas fechas", apuntó ayer el gerente de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa), José Luis Rodríguez, que aclaró que las posibles restricciones pueden retrasarse o adelantarse en función de la lluvia que caiga en otoño. "Hay que prepararse para adoptar medidas más serias".

Para primavera está previsto que concluya la conexión de la red de abastecimiento de la capital con Torremolinos para poder traer agua de la Costa del Sol occidental. El reparo que pone Rodríguez es que se conseguirán unos 250 litros por segundo, alrededor del 12% de las necesidades de la capital, fijadas en unos 2.000 litros por segundo.

Todo dependerá de cómo se dé el otoño meteorológicamente hablando. El objetivo de las medidas de choque, según el gerente de Emasa, es conseguir estirar las reservas de agua, es decir, si ahora hay suficiente para seis o siete meses, lograr que duren y garantizar el abastecimiento hasta el otoño de 2009, a la espera de que éste sea más lluvioso.

El plan de restricciones sería progresivo. Se empezaría con limitaciones de consumo a centros y edificios públicos, como colegios e instalaciones deportivas, para intentar reducir el gasto de agua hasta un 15%, con el corte del suministro entre las cuatro de la tarde y las ocho de la mañana del día siguiente. En caso de sobrepasar el consumo, tendrían que hacer frente a un recargo en la factura.

El siguiente paso se sitúa en la reducción de la presión del suministro durante unas ocho horas diarias, antes de proceder al corte total un periodo determinado del día. Al principio se haría por la noche, para afectar lo mínimo posible a los ciudadanos. Rodríguez insistió en que, a día de hoy, la capital vive una situación "preocupante" tras cuatro años de escasez de lluvias y bajo el decreto de sequía.

Para el director general de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, la medida adoptada por Emasa es "inapropiada". "Es un planteamiento artificial y dramatizado", dijo, e insistió en que Málaga "no tiene ningún problema". A su juicio, son los pueblos del interior los que deben estar más intranquilos por la falta de agua. Después, por este orden, se situarían la Axarquía y la capital.

Rodríguez Leal pidió calma a la población y consideró que la "solución" a los problemas de agua llegará con el trasvase desde la Costa del Sol occidental, actuación que estará lista en primavera. "El problema que a lo mejor ve Emasa es que el agua será más cara, pero ya le hemos dicho que mediaremos para que la repercusión económica sea la mínima posible", concluyó Rodríguez Leal.