Málaga en la fase 2 de desescalada: Los grandes centros comerciales se ponen a punto para abrir el lunes

Este lunes llegará el día más esperado para los gestores de los centros comerciales de Málaga, los arrendatarios de los locales y sus empleados. Estos espacios han estado abiertos parcialmente durante estos dos meses y medio de confinamiento por el coronavirus si tenían supermercados o establecimientos considerados esenciales -tiendas de comida de animales, telefonía...- pero no será hasta el lunes cuando podrán reabrir en su totalidad al entrar la provincia en la fase 2 de la desescalada. Estas semanas han sido frenéticas para la dirección y los empleados de cada centro pues han tenido que estudiar e implantar protocolos desconocidos hasta la fecha para garantizar la desinfección continua de las instalaciones o la distancia de seguridad exigidas por el Gobierno.

En líneas generales, si usted va a partir del lunes a un centro comercial en Málaga encontrará un control del aforo ya que solo puede haber un 40% de la capacidad máxima de personas en tiendas y un 30% en las zonas comunes -se emplearán sistemas automáticos de conteo y habrá vigilantes para comprobar que se cumple esa exigencia-, señales en el suelo y en las paredes que marcan la dirección a seguir, dispensadores de gel hidroalcohólico por todos sitios, alfombras higienizantes o turnos para poder entrar al servicio o las salas de lactancia. También encontrará ilusión en los rostros de los trabajadores tras dos meses y medio de incertidumbre y expedientes de regulación temporal de empleo, así como nuevas contrataciones porque los gerentes de los centros comerciales han reforzado las plantillas de seguridad y limpieza para poder garantizar el correcto cumplimiento de los protocolos marcados.

Centenares de trabajadores están ultimando sus escaparates ya que se ha pasado, practicamente de golpe, de la ropa de invierno a la de verano. También estaban instalando los dispensadores, midiendo las distancias con las cajas, etcétera. “Tenemos ya muchas ganas de volver. Le decimos a la gente que puede venir con mucha tranquilidad porque somos seguros”, afirma Jesús Condón, gerente del centro comercial Larios, quien confía en que se pueda recuperar la actividad previa al confinamiento. “En noviembre terminamos la reforma y el centro estaba teniendo un comportamiento buenísimo, con crecimientos importantes, por lo que espero que volvamos a tener ese empuje porque Málaga es una ciudad alegre y a la gente le gusta salir”, añade.

Los centros de El Corte Inglés de Avenida Andalucía, Bahía Málaga, Marbella, El Capricho y Mijas abrirán el lunes la totalidad de su superficie comercial, aunque, conforme a la normativa establecida, tendrán un aforo limitado y será obligatorio el uso de mascarillas. “La empresa ha implantado las máximas medidas de seguridad tanto para sus empleados como para sus clientes. Además de gel hidroalcohólico a la entrada y en diversos lugares del establecimiento, se han instalado vinilos en el suelo recordando la necesidad de guardar la distancia personal de dos metros, así como mamparas biológicas en cajas, puntos de información, mostradores... con el fin de propiciar el distanciamiento entre las personas”, explican desde la empresa. Habrá indicadores para informar en caso de que el aforo del centro o de la planta alcancen el máximo admisible, y personal de seguridad especializado realizará conteos periódicos de la ocupación de cada planta y sección, regulando los accesos si fuera necesario. Los productos devueltos serán sometidos a higienización; las bolsas en las que el cliente devuelve las prendas serán destruidas y las perchas desinfectadas; o se mantendrán las distancias de 2 metros en los probadores. “Esperamos una buena afluencia de personas, sin grandes aglomeraciones, porque los ciudadanos están deseosos de salir y de volver a la normalidad como se ha visto en otros centros que hemos abierto en España”, afirma Eduardo Barrero, delegado regional de Comunicación y Relaciones Institucionales de El Corte Inglés.

Abrirán la mayoría de las tiendas en todos los centros comerciales, quedando solo clausuradas algunas porque no hayan tenido tiempo de organizarse con los Ertes o con otras circunstancias. “Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y le pedimos a los ciudadanos que hagan el suyo, que lleven las mascarillas y que respeten las distancias de seguridad”, señala Ignacio Domínguez, gerente del centro comercial Myramar en Fuengirola. Este profesional cree que habrá una “afluencia interesante” de clientes ya desde el primer día. “Hemos barajado varios escenarios, pero por lo que hemos visto en otros centros comerciales que ya han abierto en España pensamos que solo habrá una caída del 10 ó el 15% respecto a un mes normal”, indica.

“Todos estamos trabajando muy ilusionados y habrá que ver el comportamiento la gente porque pensamos que tiene ganas de salir y de volver a la normalidad. Los centros comerciales estamos más seguros que nunca porque ya llevábamos mucho tiempo trabajando en la mejora de la visita del recorrido-cliente y ahora hemos tenido que implementar medidas mucho más rigurosas”, afirma Rubén Mateus, gerente del centro comercial Rosaleda.

En la capital tanto Plaza Mayor como el outlet de McArthurGlenn también reabrirán sus puertas el lunes con la mayoría de sus establecimientos abiertos. “Esperamos un aumento gradual de la afluencia a medida que la gente se acostumbre a esta nueva normalidad a la que todos tenemos que adaptarnos. Somos positivos y creemos que el plan de reapertura que hemos diseñado nos permitirá apoyar a los comerciantes con la reactivación de sus operaciones y demostrar a los visitantes que Plaza Mayor cuenta con espacios seguros y cómodos para ellos”, resalta Rafael Perea, director de Plaza Mayor.

En Vélez Málaga, Leonardo Galdeano, gerente del centro comercial El Ingenio, insiste, como el resto de sus compañeros, en transmitir un mensaje de “tranquilidad porque las instalaciones cumplen los más altos estándares de seguridad y de higiene” y comenta que, en su caso, han duplicado su plantilla en seguridad y limpieza.

A ese coste general se le suman los dos meses de parón y los gastos extra por los protocolos, unidos a que la mayoría de centros han renegociado las condiciones del alquiler con sus inquilinos. La inversión realizada puede suponer, según afirma Galdeano, “entre el 5 y el 10% del presupuesto anual”. Obviamente el año no va bien para estas empresas, pero el sector desea que lo peor haya pasado y piensa que es momento de ir recuperando el terreno perdido haciendo hincapié en la seguridad.