La Agencia Estatal de Meteorología ha hecho públicos los últimos datos referentes a Índice de Precipitación Estandarizado (SPI), uno de los múltiples y más fiables baremos que se usan para medir la sequía y Málaga es la zona donde más disminuye este índice de toda España.

Los datos reflejan en la zona de Málaga capital y sus alrededores una disminución de más de dos puntos respecto a la serie histórica. Esto, en una escala en la que cero se corresponde con un año normal, en positivo se correspondería con un año húmedo y el negativo con un año seco, lo sitúa en parámetros entre seco o extremadamente seco.

Este índice muestra lo que los expertos ya venían previendo. Así, José Damián Ruiz Sinoga, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Málaga, afirma que el año pasado no fue especialmente bueno en lo que a la pluviometría se refiere, pero este año es significativamente peor.

El experto pone en valor este índice para medir las sequías, siempre acompañado de otros, “porque es muy complicado señalar cuándo empieza una sequía”. Ruiz Sinoga pone en valor esta referencia al reflejar la desviación estándar respecto a los datos históricos de Aemet, que es una base de datos fiable y amplía.

Preocupa al experto que estos datos negativos se den en otoño, ya que “son los meses en los que llueve en el Mediterráneo”. Añade que es “completamente normal que no llueva un día de julio o agosto, pero octubre y noviembre suelen ser meses lluviosos en los climas mediterráneos, el problema es que en los meses en los que se tiene que producir la recarga pluviométrica, esta no se produzca”.

Otro de los posibles problemas es que en el momento de producirse estas lluvias se hagan de manera torrencial, “porque sólo son aprovechables en embalses, el suelo no tiene la capacidad de infiltrar 100 litros de agua en pocas horas”.

Si bien, en septiembre se miraba con preocupación las lluvias en Sierra Bermeja, el experto tranquiliza al asegurar que en “el Valle del Genal se han dado las lluvias más abundantes sin ser torrenciales”, dado que se corría el riesgo de que toda la ceniza se transportase al mar y los suelos se quedasen desnudos por escorrentías al producirse fuertes precitaciones en la zona.

Turistas junto al pantano de Guadalteba

En el pantano de La Viñuela, por ejemplo, los datos hablan de la peor situación en los últimos 13 años. No vivía una situación similar cuando en diciembre de 2008 se registró el mínimo histórico de las dos últimas décadas. El pantano de La Viñuela se quedó al 12 por ciento de su capacidad, esto es, 20 hectómetros cúbicos.

En julio de ese mismo año, el embalse alcanzó un nivel similar al actual con 30 hectómetros cúbicos, un 18 por ciento de su vaso. Esta semana está al 18,79 por ciento con 31 hectómetros cúbicos. Su descenso en el último año, llevo a la Junta de Andalucía a decretar para el sistema Viñuela – Axarquía “excepcional sequía”. El informe de situación hidrológico de esta comarca recoge que el pantano se encuentra en “emergencia por escasez grave”.

Greenpeace asegura que las actuales lluvias no garantizan el abastecimiento de agua. Además prevén cerrar el año con los embalses andaluces por debajo del 40% de su capacidad.