"Málaga se ha posicionado bien para recibir empresas japonesas tras el 'Brexit"

Motoshige itoh. Profesor de economía y asesor económico del primer ministro de Japón

El reputado economista es uno de los padres de las reformas económicas llevadas a cabo por el Gobierno nipón

Cree que España podría aprender del sistema de salud japonés

El profesor Motoshige Itoh posa en la recepción del Gran Hotel Miramar. / C. Pajariño
Carlos Pajariño

Málaga, 06 de noviembre 2017 - 02:18

Fue la gran figura intelectual del Foro España-Japón que se celebró en Málaga hace dos semanas. Motoshige Itoh (Shizuoka, Japón; 1951) no es un profesor de universidad cualquiera. Además de enseñar Ciencias Sociales Internacionales también es asesor fiscal del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y uno de los padres de las profundas reformas económicas que el ejecutivo nipón ha llevado a cabo en el último lustro. El economista valora positivamente el trabajo de Málaga para atraer inversiones:

-¿Globalización y capitalismo son dos términos peligrosos si confluyen de forma descontrolada?

-En los tiempos actuales globalización y capitalismo son dos términos muy similares. El problema que surge es que en muchas ocasiones, estos fenómenos solo ofrecen beneficios a un porcentaje pequeño de personas. En las democracias representativas cada persona tiene un voto, y cuando la globalización avanza muy rápidamente hay mucha gente frustrada y ese grupo de personas trata de encontrar una manera de alzar la voz y cambiar eso. Es un problema fundamental al que nos enfrentaremos en los próximos años. Es una situación parecida a la del Reino Unido en el siglo XVIII, en el período de la revolución industrial en el que solo los capitalistas alcanzaban la riqueza y los trabajadores tenían condiciones de miseria. Huelgas, protestas e insurrecciones cambiaron eso y trajeron elementos tan comunes hoy en día como la educación, mejores condiciones de trabajo y la Seguridad Social.

-¿Debería haber un nuevo pacto social que incluya a esa parte de la población que ha obtenido réditos de la crisis económica y a la clase media y trabajadora lastimada?

-Algunos países hacen un buen trabajo al respecto, como Japón por ejemplo, que inició en los últimos años una reforma para destinar más dinero público a la Seguridad Social. Además tenemos un sistema impositivo muy efectivo, en el que las grandes empresas y los ricos pagan más, lo que sirve como mecanismo de redistribución de la riqueza.

-Una de las cosas que los expertos piden más en Europa es la reforma del sistema educativo para adaptarlo a los empleos del futuro. ¿Ha ocurrido ya esta reforma en Japón?

-En Japón también tenemos una discusión importante sobre una reforma educativa profunda. Es muy importante dar a los jóvenes más oportunidades para el futuro, y desafortunadamente la tecnología está cambiando tan rápidamente que tenemos que adaptarnos a ella cada vez con más rapidez. Pero no solo hay que mirar por la educación obligatoria, la educación para adultos debe ser también un factor importante dentro de la discusión. El mundo cambia y todos deben adaptarse.

-En las elecciones japonesas que se celebraron hace poco los dos principales candidatos eran de corte conservador. ¿El eje izquierda-derecha no existe en Japón?

-No. Mucha gente que conoce Japón, aunque sea un poco, se dará cuenta de que somos un país muy diferente a cualquiera de los de Europa, a pesar de que ambos estamos en la misma idea de Occidente. Somos un conjunto de islas bastante aislado, es complicado para los inmigrantes venir, por lo que la gente en general es bastante conservadora. Hay partidos de izquierda, pero ninguno es extremista ni tiene demasiada importancia en el parlamento.

-¿Por qué Japón no contribuye más en la crisis de los refugiados? [El país aceptó 28 refugiados durante el año pasado].

-Tenemos un sistema para aceptar refugiados. Lo que ocurre es que hay un proceso formal para examinar si una persona en particular puede ser considerada refugiada o no. Cuando en los años sesenta y setenta del siglo pasado ocurrió el conflicto en Camboya aceptamos grandes números de refugiados camboyanos, porque eran gente de Asia y vinieron para Japón. Pero en el caso de los refugiados de Siria o Iraq ellos no vienen mucho a Japón. Es cierto que tenemos muchas solicitudes de refugio, pero lo que ocurre es que muchas de estas no son de refugiados verdaderos, sino de inmigrantes económicos.

-Sin embargo no solo ocurre con los refugiados, parece que esa mentalidad conservadora nipona también alcanza a la inmigración en general.

-La opinión hacia la migración en Japón está cambiando gradualmente. En nuestro país tenemos guests workers (trabajadores invitados), que permanecen durante cinco años con el propósito de adquirir habilidades y experiencia laboral, además de dinero, claro. Después regresan a sus países con esa experiencia recibida en Japón. Este tipo de inmigración está aumentando mucho, ya que por ley los salarios de los japoneses y los trabajadores invitados deben ser iguales. Además, hay falta de mano de obra, lo que acelera ese cambio en la mentalidad con respecto a la migración.

-Málaga ha concentrado sus esfuerzos durante años para atraer inversiones relacionadas con la innovación tecnológica. ¿Cómo lo valora?

-Es fantástico. Las inversiones son aún más importantes que el comercio. Si se piensa en el comercio, muchas de las importaciones que hacemos vienen de lugares en los que producir determinados productos está basado en características geográficas, como es el caso de la fruta, por ejemplo. Pero las inversiones son muy importantes, porque tienen mucho que ver con la actividad local. Y si pensamos en la relación entre España y Japón, creo que el Brexit va a suponer un espaldarazo muy importante a las inversiones, ya que muchas empresas japonesas tienen intereses en el Reino Unido que se verán desprotegidos cuando salga de la UE. España se ha posicionado muy bien para recibir a esas empresas, y Málaga, entre las primeras.

-Qué cree que España tiene que aprender de Japón y viceversa.

-Tenemos que aprender un montón de España y Europa. El turismo es una industria que queremos potenciar y España es la campeona del turismo. Es por ello que tratamos, en la medida de lo posible, de aprender de ustedes para vender nuestro producto mejor. ¿Y viceversa? Bueno, nos enfrentamos retos similares, como son el envejecimiento de la población. Si España examinara con detenimiento el sistema de salud japonés podría aprender unas cuantas cosas, porque es bastante sofisticado y está preparado para atender a las futuras demandas poblacionales.

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