Médicos constatan una disminución del número de casos de anorexia

Casi todas son chicas adolescentes de entre 13 y 16 años · El perfil es el de una joven sin conflicto con la familia, perfeccionista, responsable y sobreexigente

María José Tapia y Rafael Matas, endocrinóloga y psicólogo de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria.
María José Tapia y Rafael Matas, endocrinóloga y psicólogo de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria.

Los casos de anorexia están bajando. De las 11 pacientes atendidas en 2010 en el Hospital Carlos Haya se ha pasado a cinco hasta septiembre de 2011. "Los casos bajan clarísimamente. Pero eso no quiere decir que disminuyan los perfiles de chicas que sufren malestar psíquico, solo que lo expresarán de otra manera", se apresura a aclarar Rafael Matas, psicólogo de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del hospital malagueño.

Lo que no cambia es el sexo. En el 95% de los casos se trata de chicas. Suelen ser adolescentes de entre 13 y 16 años. El perfil es el de una joven sin conflicto con su familia, perfeccionista, responsable y superexigente consigo misma.

El hospital aborda los casos de manera interdisciplinar entre endocrinólogos y psicólogos. "El foco del tratamiento no lo ponemos en lo alimentario, sino en el malestar psíquico", aclara el psicólogo, ya que la anorexia expresa un conflicto con la imagen corporal.

La endocrinóloga María José Tapia aclara que las pacientes son conscientes de su situación: "Ellas reconocen que tienen un problema y quieren salir". El psicólogo añade: "Es falso que se vean gordas. No tienen un trastorno autoperceptivo, pero no se gustan".

Matas explica que en la adolescencia -en una época de sus vidas en que no pueden controlar su cuerpo, que cambia; ni la sociedad que las rodea ni las exigencias de su grupo de iguales- sobre lo único que tienen control es sobre su cuerpo a través de la comida. Así empiezan a controlar su dieta, hasta que se les escapa de las manos.

"El problema fundamental no es el peso o la ingesta. Lo fundamental es el origen que es el malestar psíquico", aclara. Pero llega un momento en que la reducción de peso empieza a generar problemas físicos. De ahí la participación de los endocrinólogos en el tratamiento.

El poco peso puede provocar tensión baja, que pierdan la regla, alteraciones que causen hasta arritmias y una bajada de la frecuencia cardiaca, explica Tapia. El tratamiento, siempre a caballo entre las dos especialidades, puede durar unos dos años.

"Si la recuperación psicológica es buena, en pocos meses pueden estar recuperadas. Como la base es el problema psicológico, si el problema psicológico persiste cuesta que las pacientes colaboren", explica la endocrinóloga.

Los profesionales afrontan el tratamiento con tres enfoques. Por un lado atienden a solas a cada paciente. También, abordan el caso en una consulta con la joven y sus padres. Y además ofrecen terapia de apoyo para padres, que es voluntaria y en la que únicamente participan los progenitores. Matas explica que el origen del problema no es solo la moda o la imitación de algunas modelos de pasarela muy delgadas: "Es más producto de la cultura de la apariencia, del exhibir, sea un móvil, un cochazo o el físico".

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