Onda Azul, bajo el foco de las 'cámaras'
La adjudicataria de 5 cámaras y 4 lentes vendió material a trabajadores de la empresa municipal antes de ser invitada al concurso Le empresa cobró 68.000 euros, pero no entregó el material
La negligente gestión de la ex gerente de Onda Azul, Fátima Salmón, ha obligado esta misma semana al Ayuntamiento de Málaga a interponer un demanda judicial contra la empresa Gain&Peak, a la que la que fuera directiva de confianza del alcalde adjudicó y pagó por anticipado la compra de cinco cámaras para plató y cuatro lentes. Con esta reclamación, formulada en un juzgado de Antequera, el Consistorio busca recuperar los 65.000 euros que la mercantil sigue sin devolver (sí reintegró 3.000 euros), tras no haber entregado el material contratado.
El episodio de las cámaras fantasma pone en cuestión la labor que durante años desarrolló Salmón al frente de la radio televisión municipal, así como del alcalde y presidente del ente, Francisco de la Torre, quien hasta el pasado febrero, cuando se vio forzado por los grupos de la oposición con mayoría en el consejo de la sociedad, había mantenido a la ex gerente en el puesto, a pesar de la contestación que su tarea generaba.
Incluso ahora, desvelado lo sucedido con unas cámaras pagadas antes de ser recibidas, De la Torre mantiene un discurso de defensa de Salmón. Frente a las explicaciones del regidor, los hechos ponen en evidencia la actuación de la ex gerente. Incluso, algunas fuentes municipales no dudan en cuestionar su legalidad después de saberse que incluyó el material no entregado en el apartado de amortización de las cuentas de la empresa.
Los acontecimientos sucedidos tras la adjudicación de las cámaras y lentes, a lo largo de los meses de octubre y noviembre del año pasado, constatan, además, cómo la no entrega del material fue ocultada al consejo de administración. No es hasta que la sustituta de Salmón, Vanessa Martín, tomó posesión del cargo cuando se empieza a conocer lo ocurrido. Así consta en un informe elaborado por la propia Martín y entregado a los consejeros de Onda Azul. En el mismo, asegura que solo conoció que las cámaras no habían sido entregadas el 17 de mayo y "por los comentarios del personal". Ni siquiera hubo una comunicación del director Financiero y de Contratos, Alejandro Briales, quien participó de manera directa en la adjudicación del material.
El documento permite concluir, además, que a pesar de que el incumplimiento del acuerdo era una realidad desde finales de noviembre y principios de diciembre del año pasado, Onda Azul no tomó cartas en el asunto reclamando la resolución del compromiso hasta siete meses después. Fue entonces, a finales de mayo, cuando el asesor legal de la entidad remitió un burofax a la empresa, que durante días fue ignorado, demandando la devolución del dinero entregado.
Esa primera acción, infructuosa, tuvo que se ser completada varias semanas después con la advertencia del consejo de iniciar acciones legales contra Gain&Peak en el caso de que no garantizase con un aval bancario la cuantía adeudada. El plazo dado venció en la medianoche del pasado jueves, razón por la que el Ayuntamiento interpuso la anunciada demanda.
Esta es la conclusión de un irregular procedimiento por parte de Onda Azul, en el que son muchas las preguntas sin una respuesta cierta. Es en el epílogo de los acontecimientos en el que se localizan las principales dudas. ¿Qué llevó a Onda Azul a incluir a Gain&Peak, constituida en marzo de 2015, entre las tres empresas a invitar para la compra de las cámaras y las lentes?
Quizás la respuesta la encontremos en el informe que presentó al Consejo de Onda Azul el director de Administración de la empresa. En el mismo, informó de una reunión el 16 de octubre de 2015 a la que asistió él mismo, la entonces la gerente, el jefe técnico y el producto, y en la que, según Briales, el productor presentó al responsable comercial de Gain&Peak, "que ha sido intermediario en el suministro de distintos artículos tecnológicos, que han adquirido algunos trabajadores de Onda Azul". En ese encuentro se le expuso la necesidad que tenía Onda Azul de renovar las cámaras de plató, ante lo que la mercantil dio "verbalmente un presupuesto estimativo" e incluso puso "a modo de ejemplo material habitual de compra de la casa a precios muy competitivos respecto a nuestros precios de compra habituales". Otro de los detalles que se pone sobre la mesa ese día es que la firma asegura poder ofrecer "precios ventajosos (su oferta final fue un 45% inferior al precio de licitación) porque cobraba por anticipado y pagaba por anticipado a los distribuidores".
Esa misma tarde, señala Briales, Gain&Peak remitió el presupuesto por correo. Todo ello tiene lugar tres días antes de que el 19 de octubre Onda Azul remitiese de manera oficial por correo electrónico la invitación a otras dos empresas para que presentasen su oferta económica para este mismo servicio.
El órgano de contratación, del que formaban parte Salmón y Briales, toma la decisión de adjudicar el servicio a Gain&Peak el 22 de octubre. El paso adoptado tiene lugar, según el documento, un día después de que la proveedora enviase un correo electrónico a la sociedad municipal en la que le advertía que de no adjudicarse la compra de manera inmediata "no podría mantener su oferta, ya que el distribuidor de Panasonic a través del que compraba, quería liquidar stock existente y no mantendría los precios ofertados más allá del 22 de octubre".
El 23 de octubre, Fátima Salmón, "pensando siempre en el ahorro económico", ordenó el pago del 50% de la licitación, es decir, de 18.289 euros; el otro 50%, fue ingresado tras reclamación de la adjudicataria y se abonó el 28 de octubre. Desde ese momento hasta el momento presente, Onda Azul no ha visto ni las cámaras ni el dinero.
El alcalde de Málaga en
la puesta en marcha de
Onda Azul en el 2006.
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