El secretario general del PP de Málaga, José Ramón Carmona, ha dicho este lunes a los diputados nacionales del PSOE malagueño que "todavía están a tiempo de frenar esta deriva que ha tomado el sanchismo y que pretende romper la unidad de España" y ha advertido de que "no atender el clamor de los malagueños les pasará factura".

Carmona, que ha calificado de "éxito" la concentración convocada este pasado domingo en Málaga "por la igualdad y contra la amnistía, a la que acudieron unas 52.000 personas", ha destacado que "no se puede negar la evidencia: que la mayoría de los ciudadanos, entre ellos una gran parte de los votantes socialistas, están en contra de los acuerdos firmados entre el PSOE y Junts".

Así, ha aseverado en un comunicado que "confundir el interés personal de Pedro Sánchez por gobernar a cualquier precio con el interés general de los ciudadanos es un problema que ya les está afectando en las urnas, a tenor de los últimos resultados en la provincia", en alusión a las pasadas elecciones municipales y generales.

En este punto, el secretario general de los 'populares' malagueños ha subrayado que "ayer se produjo una respuesta masiva de los malagueños contra la deriva de Sánchez y el PSOE, una de las más contundentes que se recuerda", reprochando a los socialistas de Málaga que "han demostrado que hace mucho tiempo que no están en la calle".

Por último, en alusión a las declaraciones del secretario general del PSOE malagueño, Daniel Pérez, que ha calificado la concentración como una "rabieta del PP", ha insistido en que "no es al PP al que tendrán que rendir cuentas de este mercadeo de votos a cambio de favores políticos y judiciales" y ha lamentado que "entregar la gobernabilidad de España a quienes quieren romper nuestro país es pasar todas las líneas rojas, algo inédito que, sin duda, supondrá el fin del PSOE como partido de Estado", ha concluido.

Manifestación contra la amnistía

Las protestas en contra de la ley de amnistía, reunieron a una marea roja y amarilla de malagueños en la explanada del Centre Pompidou, alrededor del cubo. La Policía Nacional cifra la cantidad de asistentes en unos 30.000.

La masa de gente se tornó en un concierto imbatible que atacaba al pacto con Junts y contra la situación política actual. Los cánticos de los asistentes, tales como "Puigdemont, a prisión", se hicieron audibles incluso por encima de la música dispuesta por la organización. 

Pero el clímax llegó con la reproducción del himno de España a todo volumen, potenciado aún más por miles de voces, y el previo despliegue de una enseña nacional de grandes dimensiones. La guinda del pastel fue la lectura del manifiesto a manos del alcalde, Francisco de la Torre, que tomó la palabra después de que se excusara la falta de la presidenta del PP malagueño, Patricia Navarro.