El día después de Sánchez fue la vencida. Las protestas en contra del pacto por la ley de amnistía, esta vez sí que sí, congregaron a una cantidad de público masiva en la explanada del Centre Pompidou, alrededor del Cubo, que se tornó en un mar de banderas españolas y europeas, e incluso acabó por desbordarse hacia los lados, provocando el corte de las vías adyacentes. Todo, un domingo por la mañana en noviembre. Aunque, es de justicia reconocerlo, lució primaveral. Se daban, pues, las condiciones para desplazarse hasta la zona centro de la ciudad y mostrar repulsa hacia la acción gubernamental. La organización estima que hasta la zona acudieron unas 52.000 personas, mientras que la Policía Nacional las cifra en 30.000. 

El acto se materializó mediante cánticos que clamaban contra el pacto con Junts y, genéricamente, contra la situación política actual. Sirvan como ejemplo gritos como "Puigdemont, a prisión" o "España, unida, jamás será vencida", que se hicieron audibles por encima de la música dispuesta por la organización.

El momento álgido de la cita llegó con la reproducción del himno de España a toda pastilla, que miles de gargantas se encargaron de potenciar aún más (no pocas, incluyendo la letra) y el previo despliegue de una enseña nacional de grandes dimensiones. 

La lectura del manifiesto quedó en manos del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que tomó la palabra después de que la organización excusara la falta de la presidenta del PP malagueño, Patricia Navarro, por encontrarse presente en el incendio de Mijas, activo en estos momentos, en calidad de delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga. 

De la Torre, en cualquier caso, transformó su tono institucional en reivindicativo por unos minutos, haciendo rugir a los manifestantes. "En cada rincón de nuestro territorio decimos no al privilegio, no a la impunidad, no a la amnistía", exclamó justo antes de lanzar dos ejemplos. "Lo hicimos cuando el separatismo catalán dio un golpe a la convivencia y lo hicimos hace 45 años, cuando los españoles acordamos una constitución que fue un ejemplo".

Motivos suficientes, afirmó el regidor, para "dar la batalla" contra la amnistía "en las instituciones" o "el parlamento", eso sí, "de forma pacífica y cívica, como estamos haciendo aquí hoy", y abogó por armar "una reacción firme y serena contra el ataque que sufre la Carta Magna y la separación de poderes".

La manifestación, asimismo, contó con la presencia de numerosos cargos ejecutivos del partido, entre los que destacaron la Consejera de Economía, Carolina España; el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado; el secretario general del PP de Málaga, José Ramón Carmona; o el coordinador general de los populares, Elías Bendodo, que compareció antes los medios. "Hoy toda España sale a la calle, la España constitucional, la España que quiere que nuestro país siga avanzando en calidad y en madurez democrática, la España que hemos construido entre todos. Esa es la que sale hoy a la calle y a la que Pedro Sánchez le ha dado la espalda", dijo Bendodo. 

A lo que añadió que salen a las calles "de forma pacífica, ordenada, para hacerle ver a Pedro Sánchez que no todas las líneas rojas se pueden superar al mismo tiempo" y vaticinó que la legislatura será agitada, toda vez que habrá que "valorar y medir su nivel de fortaleza" cada día. También porque irá "en función de la palabra de Sánchez", en referencia al acuerdo alcanzado con Junts, que calificó de "no tener mesura" y de "haber perdido la cordura" por "entregar la gobernabilidad a los que quieren romper España". 

También subrayó que el PP, mediante sus acciones, va a ser "el dique de contención a lo que pueda venir ante esta deriva evidentemente continúa con el procés que se inició en Cataluña hace unos años". Y apuntó que, en el caso de Málaga, "la provincia está dispuesta a levantar la voz, a salir a la calle, a manifestarse para demostrar la traición del presidente en funciones". 

Esta protesta, convocada por el PP (y a la que después se sumó Vox), tuvo réplica en todas las provincias del país. A nivel regional, la asistencia se estima en más de 100.000 personas, siendo las concentraciones más numerosas las de Sevilla, Málaga y Granada.