Pioneros del taxi híbrido, entre la comodidad y el ahorro

Manuel Cámara y Carmen Lozano conducen coches que combinan motor eléctrico y de gasolina para ahorrar hasta un 40% de combustible y así reducir las emisiones

Manuel Cámara junto a su vehículo, el primero que circuló por las calles de Málaga.
Manuel Cámara junto a su vehículo, el primero que circuló por las calles de Málaga.
Cristina Fernández / Málaga

23 de agosto 2009 - 01:00

Una cliente le preguntó a Carmen Lozano si su coche tenía algún problema. "Es que parece que va en punto muerto", le comentó. Entonces Carmen le tuvo que explicar que su taxi es un vehículo híbrido, uno de los pocos que hacen el servicio público en Málaga (tan sólo hay cinco en la provincia). Su Toyota Prius funciona con dos motores, uno eléctrico y otro de gasolina. No tiene marchas, ni embrague, ni alternador, ni puesta en marcha. No vibra, ni hace ruido y su manejo, aseguran sus usuarios, es tremendamente fácil. Pero quizás lo más importante es que con este vehículo se ahorra hasta un 40% de combustible, lo que supone entre 150 ó 200 euros al mes y un buen número menos de emisiones de CO2 a la atmósfera.

Carmen es la única mujer que conduce un taxi híbrido. Lo adquirió el pasado mes de mayo y asegura que tuvo las cosas muy claras desde que probó el coche, a pesar de que muchos compañeros le insistieron en que se estaba equivocando. "Estoy absolutamente segura de la inversión que he hecho", asegura Carmen. Para ella, que no existan en circulación más vehículos de esta clase es causa directa de la "ignorancia, porque no conocen los buenos resultados que están dando, también en cuestión de mantenimiento", sostiene.

Esa misma certeza sintió Manuel Cámara, el taxista malagueño verdaderamente pionero en lanzarse a la tecnología híbrida. Desde septiembre de 2008, su coche recorre las calles de la ciudad silenciosamente. Manuel lleva 36 años de profesión y sabe lo que es pasarse horas al volante, tener que perder tiempo y dinero en revisiones, estar siempre pendiente del depósito. En el aeropuerto de La Coruña se subió en un taxi híbrido por primera vez y le gustó tanto que ya se vio a los mandos de uno propio. "Yo me quedo poco en las paradas, me muevo mucho por la ciudad y estaba buscando un coche que consumiera poco, además, de la comodidad que te ofrece al conducirlo", sostiene Manuel, que afirma que el volante "se mueve con un sólo dedo".

Aunque Manuel y Carmen ven muchas más ventajas que inconvenientes, es cierto, que el precio de estos híbridos es más alto que el de los automóviles normales. Pero la Consejería de Innovación subvenciona con 3.000 euros a los taxistas que compren uno, por lo que, según este malagueño, "puede haber una diferencia de unos 2.000 euros" que se amortizan en poco tiempo. "En un año tan sólo le he tenido que hacer dos revisiones y me he gastado poco más de 200 euros, cuando a un diesel se te pueden ir entre 350 ó 400 euros", certifica Manuel, que tiene que llevar durante cinco años una pegatina oficial de la Junta de Andalucía con la lectura "Yo ahorro energía".

El sistema eléctrico tiene hasta 8 años de garantía y sus usuarios gastan unos 5 litros a los 100 kilómetros. "Se trata de una combinación perfecta de motores", explica Manuel. El de gasolina es el que aporta la fuerza y el que carga el eléctrico, que también se alimenta con la iniciación de las ruedas. De manera exclusivamente eléctrica pueden llegar a los 50 Km/h aunque "también se alcanzan los 100 si vas cuesta abajo", dice Manuel.

Pero a pesar de que lleva un año vendiendo entre sus compañeros las excelencias de este transporte respetuoso con el medio ambiente, sus compañeros no terminan de decidirse a dar el salo. "En Málaga la gente está demasiado obsesionada con el aeropuerto, con tener un monovolumen con mucho maletero y dicen que este Toyota cuenta con un poco menos de espacio", comenta el taxista. Sin embargo, Carmen ha trasladado "dos maletas, una silla de ruedas y palos de golf en el mismo viaje, porque uno de los asientos de atrás es abatible y ahí metes todo perfectamente", dice.

Hace falta, también considera esta taxista, que instituciones como el Ayuntamiento se impliquen más para que el vehículo híbrido se extienda entre el sector. El Consistorio granadino aporta más de 1.000 euros, según Carmen, como ayuda en la compra de estos coches. "Si quieren que tengamos un medio ambiente más limpio considero que es de justicia que todos se impliquen", asegura esta pionera.

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