La Policía Científica confirma al juzgado que el cadáver emparedado es de Sibora
El presunto autor del crimen se acogió a su derecho a no declarar en la última comparecencia
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La Policía Científica ha confirmado este jueves al Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos, competente en materia de violencia sobre la mujer y encargado de la investigación, que los restos humanos hallados escondidos detrás de una pared en un ático corresponden a Sibora G., la mujer cuya desaparición fue denunciada hace nueve años y cuya muerte se atribuye supuestamente a su entonces pareja, Mario R., quien también habría acabado con la muerte de otra joven con la que mantenía una relación sentimental hace poco más de un mes.
Los análisis de los restos han sido cotejados con el ADN de los familiares de la mujer fallecida, residentes en Italia, lo que ha permitido confirmar al 100% su identificación, han informado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Estas mismas fuentes han asegurado que el detenido compareció en sede judicial el pasado martes con intención de tomarle declaración por tercera vez en relación al caso. Sin embargo, en esta ocasión, se acogió a su derecho a no hacerlo, a pesar de que la vez anterior sí respondió a las preguntas que se le plantearon.
Tras dicha comparecencia, la juez del caso acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza a petición del Ministerio Fiscal, aunque cabe recordar que Marco R. ya se encontraba en prisión desde el pasado 20 de mayo por orden del mismo juzgado por el presunto asesinato de otra expareja, Paula M. C. En aquella comparecencia fue interrogado en relación a la desaparición de Sibora G. pero rehusó contestar a las preguntas de la juez y el fiscal.
Ahora, con la certeza de que Sibora está muerta, solo falta que la familia pueda enterrarla en Italia. La madre no tiene previsto, por el momento, viajar a España. Su intención es que se lleve a cabo la repatriación del cuerpo a su país de origen. Allí pretende darle el último adiós a su hija.
La autopsia ya confirmó que la joven fue apuñalada. Tenía varias heridas de arma blanca, incluso en la espalda, lo que hacía presagiar que el autor había empleado elmismo modus operandi que con su ex novia para acabar con su vida. Pudo usar ácido para evitar el fuerte olor que desprende cualquier cadáver en estado de descomposición. Pero la jugada no era del todo perfecta. Si bien los inquilinos que actualmente residen en el piso en el que el cuerpo permanecía enterrado nunca se percataron de que convivían con un cadáver, la conservación de los restos ha permitido a los investigadores su identificación. Marco había diseñado un plan que la Policía, tras su confesión espontánea, ha desmoronado nueve años después.
El pasado 6 de junio, después de varios intentos infructuosos, la búsqueda de Sibora tocó a su fin. La Policía Nacional empleó un sistema de rayos-X para localizar el cadáver durante el registro que practicó en la vivienda que Marco y ella compartieron y que ahora está ocupada por otra pareja. Los restos estaban dentro de una bolsa de basura en un cajón de madera, ubicado en una doble pared de uno de los dormitorios.
Los investigadores se habían desplazado hasta el inmueble y derribaron la pared con un mazo de grandes dimensiones para extraer los restos, que fueron trasladados hasta el Instituto de Medicina Legal de Málaga.
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