La Policía le buscaba tras la llamada de su ex pareja, que aseguraba que había incumplido la orden de alejamiento que tenía en vigor. A su llegada, los agentes terminaron encontrando al individuo escondido en el canapé de la cama de uno de los dormitorios. Fue detenido por supuestamente quebrantar la medida que le impuso dos días antes un juzgado de violencia sobre la mujer.

Los hechos ocurrieron de madrugada, poco antes de las 4:30, en una vivienda de la capital malagueña. Hasta allí se desplazó una dotación de la Policía Local. También acudió una patrulla de la Nacional. Según el testimonio de la víctima, estaba junto a sus tres hijos menores de edad cuando su ex pareja, un hombre de 47 años, entró en el inmueble con unas llaves que al parecer tenía en su poder.

La mujer explicó a los agentes que el individuo contaba con autorización del juzgado para recoger sus enseres personales, pero que al comprobar que no abandonaba la casa y que, de hecho, entró en el baño para darse una ducha, decidió mandar un mensaje de texto a un familiar para contarle lo ocurrido. Fue esta persona la que optó por solicitar presencia policial.

Un juzgado de violencia sobre la mujer le había impuesto dos días antes la prohibición de acercarse a menos de 500 metros

Tras hacer una batida por la casa, los agentes localizaron al hombre en el canapé. El hijo estaba tumbado sobre la cama. Una vez que lo identificaron, comprobaron que le constaba una orden que le prohibía aproximarse a menos de 500 metros de su ex pareja. Procedieron a su detención.

Unos días más tarde fue arrestado otro hombre de 57 años por un presunto delito de violencia de género hacia a su mujer. La víctima relató que habían discutido “por un tema económico” y que su marido se había vuelto agresivo, al punto de que la tiró , supuestamente, al suelo y llegó a cogerla por el cuello. También la amenazó de muerte. Todo ello en presencia de su hijo de 4 años.

Cuando dejó de agredirla, la mujer, según su relato, llamó a la Policía “por miedo a que volviese a hacerlo”. Los policías observaron que ésta tenía arañazos en el cuello y erosiones en la rodilla. El individuo alegó que se había defendido tras una discusión “física y verbal” con su pareja.

El mes pasado, un hombre de 45 años fue detenido por la Policía Local de Málaga tras agredir a su pareja, con quien discutió porque le faltaban dos euros para pagar el aparcamiento; además el arrestado insultó a una mujer que le recriminó la supuesta agresión.