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Málaga

La Policía actúa en una pedida de mano con asistentes sin mascarilla en Palma-Palmilla

  • El responsable del distrito, contundente: "Noto mucha relajación en la calle, sobre todo por la tarde-noche, y no sabemos quién puede tener el virus"

Palma-Palmilla

Palma-Palmilla / Javier Albiñana

Sin mascarillas, en algunos casos, e incumpliendo la distancia social preceptiva para prevenir contagios de coronavirus, que durante la semana pasada en la provincia de Málaga llegaron a situarse en los 1.213 confirmados. Así se celebraba en la calle una pedida de mano de tradición gitana este sábado en Palma-Palmilla. La Policía Local, alertada por los vecinos y responsables municipales del distrito, actuó en el lugar para advertir a los asistentes de la necesidad de respetar las medidas de seguridad.

La dotación que acudió a la celebración, en el Paseo María Ángeles Arroyo Castro, encontró a varios grupos de unas 15 personas que, según fuentes próximas al caso, se comprometieron a cumplir las directrices para evitar la propagación del virus. Varios vecinos habían denunciado la fiesta. Al menos uno de ellos grabó incluso en vídeo parte de la escena, que recogía a numerosas personas cantando y bailando. Según su versión, había más de un centenar de invitados congregados.

"Si no nos concienciamos del peligro de contagio, el coronavirus acabará con nosotros. Está muy bien que se haga un pedimiento de manos, pero con las garantías sanitarias y sin poner en riesgo la salud de ellos mismos y de los demás", advertía uno de los mensajes publicados a través de las redes sociales.

Los residentes afectados también habían dado aviso al distrito municipal. Eran las 11 de la noche. El concejal responsable, Francisco Pomares, ha explicado a este periódico que tras ser alertado llamó a la Policía Local y que un par de horas después la celebración ya se había disuelto. Otras fuentes consultadas corroboraron que los asistentes acabaron la fiesta hacia la 1:00.

Sobre el cumplimiento de las medidas en plena pandemia, el edil ha lanzado un mensaje contundente: "Noto mucha relajación en la calle, sobre todo por la tarde-noche y entre los jóvenes. No podemos relajarnos porque no sabemos quién tiene el virus", ha apostillado. Asimismo, ha advertido sobre "la vida en los barrios y los encuentros familiares", y ha apelado a la "costumbre" que se tiene en Málaga de "vivir en las plazoletas, con los niños hasta altas horas y alternando con la familia". 

Pedidas de mano, ha recalcado, "ha habido todo el verano", pero "dan pie a un análisis" y hacen obligatorio "recordar que nos estamos relajando". "No puede ser que por las tardes todos salgan a interactuar hasta la 1 de la mañana. Hemos corrido la voz a todas las asociaciones en Palma-Palmilla para que lo recuerden", ha aseverado pomares. 

Por su parte, la portavoz de la asociación Huerta La Palma, Milagros Ronda, ha salido, sin embargo, al paso de las críticas y ha defendido el "comportamiento ejemplar" que los vecinos de Palma-Palmilla han mantenido durante la pandemia. Si bien es cierto, ha reconocido, que en la "fiesta privada" de la pedida de mano los asistentes "no han cumplido" las normas, pero niega que se trate de una situación "generalizada". 

La representante vecinal también se ha referido a algunos jóvenes que no respetan, ha recalcado, las medidas de seguridad impuestas por la crisis sanitaria "haya donde vayan". Y su actitud, como la de llevar "la mascarilla en el codo", no es exclusiva, ha remachado, del distrito de Palma-Palmilla.

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