EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
No canta, en teoría, como Pablo Alborán ni tampoco es una figura del Real Madrid como Isco, los dos malagueños más representativos en Twitter, con 1.902.916 y 1.181.530 seguidores respectivamente. Pero en su campo también podría considerársele una estrella. Incluso a veces da espectáculo con los polémicos contenidos de algunos de sus mensajes. Aunque Alberto Garzón, el diputado de IU, se dedica la política.
El congresista de 27 años cuenta con 184.000 seguidores en la famosa red del pajarito, 12 veces más que, por ejemplo, los fieles que arrastra el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Aunque esos números no hay que interpretarlos en la literalidad del significado de sus términos. Lo que es fácil de comprobar por las reacciones encontradas que suscitan algunas afirmaciones de sus protagonistas. Y también Garzón en ese apartado es uno de los especialistas malagueños con mayor capacidad de provocar incendios en 140 caracteres. Y ejemplos hay variados durante el último año.
Desde enero, cuando en mitad de la polémica sobre la propuesta para que el Metro cruzara la Alameda en superficie o soterrado, como solicitaba el regidor malagueño, sentenció: "Trabajadores bajo el suelo y audis por arriba". Hasta octubre, cuando anunció que denunciaría las amenazas de muerte que recibía vía tuits a la Policía, como consecuencia de su respaldo a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que acabó con la doctrina Parot. Los explícitos insultos de un militante de Nuevas Generaciones, también por aquel posicionamiento, provocó que la organización juvenil anunciara un expediente de expulsión de su afiliado.
Claro que Garzón no siempre puede exhibir su papel de víctima, como podrían testificar desde el presidente de Mercadona, Juan Roig, al del Banco Europeo, Mario Draghi; objetivos de sus invectivas. O incluso Beatriz Talegón, la joven socialista que alcanzó la fama por unas criticas internas en una convención europea de los socialistas y a las que el diputado malagueño despachó en una entrevista en el Huffintongpost con un "por lo que he visto no parece que tenga mucha sustancia", para luego justificarse en su red preferida: "Qué barbaridad decir que la descalifico si he dicho que dice verdades. ¡Qué hipersensibilidad!"
En el ámbito local, sólo el alcalde de Mijas se ha visto recientemente envuelto en un posible escándalo. Ángel Nozal asegura que entraron en su cuenta o le suplantaron para llamar "pederasta" a Pedro Almodóvar. El problema es que el foro de discusión era interno y sólo participaban militantes del PP.
Lo cierto es que cada vez más políticos se dan de alta en las redes sociales a la búsqueda de enviar sus mensajes sin intermediarios. El propio alcalde de Málaga usó la red social para comunicar el fin de la huelga de Limasa, lo que soliviantó a varios de los informadores que esperaban tras la puerta el término de la reunión. Aunque dosifica sus apariciones, 1.921 mensajes frente a los más de 24.000 que su principal contrincante, la aspirante socialista María Gámez, que al menos en este apartado sí supera al munícipe del PP. Aunque sin duda la política más activa es la concejal de distrito del Ayuntamiento de Málaga Mariví Romero, con 145.000 tuits. Si emplea un promedio de un minuto para confeccionar cada uno, equivaldría a cien días completos dedicada a ejercitar los pulgares en su móvil.
En cuanto a los líderes de los dos grandes partidos, se dejan ver con moderación. Elías Bendodo, más veterano, cuenta con más de 7.600 seguidores y 1.565 tuits. Su homónimo socialista, Miguel Ángel Heredia, aún no alcanza los 3.000 y apenas se prodiga. Lleva menos de 300 tuits.
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