Precios para todos los gustos

Diez euros. Es lo que se han gastado José Muriano y Virginia Moyano en un plato de lomo con manteca y una botella pequeña de Cartojal en un bar de la Calle Martínez minutos después de llegar al centro.Y así ir preparando el estómago ante un largo primer sábado de Feria. "El plato estaba muy bien para los dos, y el Cartojal fresquito y barato", comentaba Virginia.

Más adelante, en la calle Larios, ya empieza a caldearse poco a poco el ambiente festivo. Subiendo la vía, podemos encontrar vendedores de Cartojal ambulantes que nos ofrecen, in situ, botellas grandes y chicas a un precio de 9 y 5 euros respectivamente. Llegamos a la Plaza de la Constitución, donde las casetas empiezan a llenarse. Antonio y Lali comen y beben en una de ellas: "Nos hemos pedido un tomate picao, dos pinchitos, y dos cervezas por 9 euros, está muy bien para ser Feria y además nos invitaron a una tapita de callos por la tardanza. No nos podemos quejar", decía Antonio.

En la Plaza del Siglo también se come. Ocho euros se gastaron tres jóvenes de Toledo en una ración de puntillitas que acompañaron, cómo no, de un Cartojal: "Es una feria asequible, aunque siempre podría serlo un poco más", aclaraba Olaya, una de las tres chicas.

"Venimos a Málaga a disfrutar de la Feria y a comer pescaíto", confiesa un grupo de amigos madrileños y valencianos tras haberse dado un homenaje de pesacado frito en Pepa y Pepe. "Habremos salido a unos 15 euros por persona contando la bebida, pero nos hemos puesto las botas", añade uno de ellos.

En el Beato, seis jóvenes malagueñas acaban de pagar 33 euros por dos ensaladillas, una ración de lagrimitas de pollo, otra de croquetas y cerveza y tinto en cantidades generosas. "Aunque no haya sido la mejor calidad, por este precio es un gustazo comer en la Feria", exclama una de ellas.

Ya volviendo al casi al principio, en la Plaza de la Constitución, encontramos a Leonor López, un tanto más descontenta, pues ha pagado 18 euros por un plato de magro con tomate, un lomo al vino y un Cartojal pequeño: "Es algo caro pero se entiende porque es Feria, además han venido mis padres de Almería y tienen que ver la fiesta desde la plaza, que es el centro más neurálgico", decía Leonor.

Un primer sábado de Feria en que los asistentes pudieron comer, beber y bailar sin tener que rascarse mucho el bolsillo.