Málaga

Preocupación e indignación entre los comercios de calle Álamos por las obras en Málaga

Escombros de la obra de calle Álamos frente a la Librería Proteo Prometeo.

Escombros de la obra de calle Álamos frente a la Librería Proteo Prometeo. / Javier Albiñana

En pleno Centro Histórico las obras de calle Álamos sorprenden a muchas de las personas que llegan a la capital y transitan por la zona por primera vez. Otros ya están más que acostumbrados, ya que vieron cómo comenzaron las de Carretería y como también meses más tarde lo hicieron las de esta misma calle. Los que más se están viendo afectados en esta vía son los comercios, puesto que muchos han perdido esa visibilidad que les proporcionaba el ir y venir de vehículos y de personas. Algunos comerciantes aseguran que no se está teniendo en cuenta a los negocios de la zona y que, a pesar de que no se plantean cerrar de momento, si la situación se prolonga no tendrán otra alternativa.

A principios de octubre de 2022 las obras en calle Álamos comenzaron desde la intersección de calle Mariblanca hasta la de calle Cárcer. En este sentido, por Semana Santa esta zona se volvió a asfaltar y ahora se han retomado en este primer tramo y también se están llevando a cabo las del segundo tramo que va desde el cruce de calle Cárcer hacia la plaza de la Merced.

En esta calle la gran mayoría de los comercios son restaurantes, pero todavía hay algunos pequeños establecimientos que llevan muchos años en esta ubicación. Entre ellos se encuentra la Librería Proteo Prometeo, donde uno de sus libreros, Jonathan, asegura que “no salimos de una y ya nos metemos en otra, primero la pandemia, luego el incendio y ahora las obras”.

En este sentido, sostiene que los clientes han bajado y que cada vez son menos las personas que acuden a la librería a comprar. “Tenemos clientes de toda la vida que a lo mejor son mayores y el hecho de venir aquí a muchos les resulta más incómodo”, incide. Asimismo, también remarca que hasta hace unos meses muchos guías turísticos llegaban a la librería y contaban la historia del establecimiento y mostraban la muralla, pero que ahora “directamente ya no vienen”.

De igual forma, señala que, aunque “el resultado de las obras va a ser maravilloso” y el hecho de que se esté arreglando esta zona del centro algo que considera muy positivo, “el proceso y los retrasos que está habiendo nos está afectando de una forma brutal y nos está haciendo bastante daño”. En lo que más se están viendo perjudicados, aparte de en la pérdida de clientes, es en la entrada de mercancías, ya que para descargar el material deben aparcar unas calles más abajo, al igual que para recoger los pedidos online, por lo que el proceso es más largo.

Asimismo, los propios clientes también les han comentado su opinión al respecto y les aseguran que les es difícil acceder al Parking de Tejón y Rodríguez porque deben “dar una vuelta inmensa”. Por ello, muchos han decidido hacer sus pedidos online o retrasar su compra.

“¿Y a esto cuánto le queda?”. Esa es la pregunta que le hacen varias veces al día a Álvaro, dueño de Copalima, otro negocio de esta vía. Su preocupación es notable y asegura que “la cosa va mal” porque los clientes le han bajado en gran medida y lo nota en sus cajas diarias. Eso sí, sostiene que esto es así ahora que todavía puede tener acceso a su negocio y “como se espera que quiten las aceras, no sé hasta donde vamos a llegar”.

La mayoría de sus clientes son habituales que acuden a realizar copias de llaves o a arreglar sus calzados, pero de momento no se plantea bajar la persiana. “Mi trabajo no se centra solo en la tienda, hago servicios de urgencia y trabajo con administraciones”, apunta. Cierto es que esa parte de su negocio es solo un 33%, el resto depende de lo que facture en la tienda y señala que en su establecimiento solo puede ofrecer un servicio presencial porque no tiene opción.

Un poco más arriba, justo antes de llegar a calle Cárcer, en el número 15 se encuentra la Librería Isla Negra. Una trabajadora del establecimiento asegura que están “indignados” y que estos meses de obras están siendo un “sacrificio porque pensábamos que no iban a tardar tanto y no tienen pinta de terminar próximamente”. Lo que más les preocupa e indigna es que desconocen “un plazo aproximado de cuando van a terminar” e incide en que su tramo “debería haber finalizado ya" y a pesar de que los trabajos continúan "han decidido empezar el siguiente”.

Una de las lonas publicitarias diseñadas por los comercios de calle Álamos. Una de las lonas publicitarias diseñadas por los comercios de calle Álamos.

Una de las lonas publicitarias diseñadas por los comercios de calle Álamos. / M. H.

A su juicio, considera que “no están teniendo mucha consideración con los negocios de la zona”. En esta librería están “luchando contra viento y marea” para permanecer abiertos, pero la trabajadora admite que “si la cosa sigue así y se alarga mucho, puede que nos planteemos cerrar”. Estas obras han hecho que lleven unos meses sin clientes nuevos, haciendo que las cifras en la tienda sean “nefastas”. Asimismo, también insiste en que cuando organizan un evento “el público entra y cuando sale se van corriendo porque ahí fuera no se pueden quedar”.

Con respecto al ruido considera que “forma parte del proceso” y que por él no tienen queja. Lo único que desean saber es cuánto tiempo les queda a estas obras y cómo se va a desarrollar todo, porque asegura que no les están informando de nada y que en esta situación no se encuentra solo su librería, sino todos los comercios y restaurantes de esta calle.

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