Una nueva noria planea sobre el escenario del puerto de Málaga. Siete meses después de que la instalación de la empresa Mederyt iniciase su particular despedida tras ser ordenado su desmontaje por parte de la Autoridad Portuaria, el organismo presidido por Carlos Rubio tiene sobre la mesa la propuesta de otra firma privada para la instalación de una atracción semejante en el espacio portuario. La misma, en caso de prosperar la iniciativa, quedaría emplazada al inicio del Palmeral de las Sorpresas, en el muelle 2.

Así lo confirmaron fuentes del ente, que hablaron de que la atracción planteada es "más liviana" y alta que la que durante más de dos años estuvo girando en Muelle Heredia. De los 70 metros de la primera se pasaría a una de entre 80 y 90 metros de altura.

Uno de los interrogantes que genera el renacer del interés por instalar una noria en la ciudad es en qué punto del puerto iría. Cabe recordar que una de las razones que motivaron el acuerdo del Consejo del Puerto para exigir el desmontaje de la estructura de Mederyt era que ocupaba suelo necesario para el desarrollo de un complejo de oficinas.

Vista de la noria original del puerto, que fue desmontada.

Esta circunstancia invalida la opción de Muelle Heredia. Algo semejante ocurre con otro de los emplazamientos analizados en el pasado, el aparcamiento localizado junto al edificio de la Autoridad Portuaria, que siempre se desechó como posible emplazamiento para esta estructura al afectar al estacionamiento de los trabajadores.

Con estas limitaciones, en el Puerto sólo se contempla una alternativa viable: el inicio del Palmeral de las Sorpresas. Algo de lo que tienen conocimiento en la Gerencia de Urbanismo. Al respecto, las fuentes cercanas a la Autoridad Portuaria aludieron a la necesidad de abrir un proceso de diálogo con el Ayuntamiento con el fin de analizar un emplazamiento que, en 2015, ya contó con las reservas de Urbanismo.

En su análisis del proyecto original de una noria de 70 metros de alto, los técnicos del organismo municipal hablaron de pedir a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía un pronunciamiento, al entender que la estructura podía afectar a la contemplación del Centro histórico, catalogado como Bien de Interés General (BIC). Se aludió de manera precisa a que una instalación de ese porte podía ser un elemento de "contaminación visual".

"Está sobre la mesa la posibilidad de que haya una nueva noria; hay una empresa muy interesada en hacer un proyecto muy singular, mucho más interesante que el de hace unos meses", explicaron las fuentes consultadas, que incidieron en que se trata de un tema incipiente, por cuanto debe ser tratado con el Ayuntamiento. "Creo que es un buen proyecto, se va a poder desarrollar y va a aportar valor al puerto y a la ciudad", agregaron las fuentes.

Respecto al posible impacto visual sobre el Centro, las fuentes aseguraron que se ha realizado un trabajo de proyecciones para determinar que no se produce incidencia sobre los principales monumentos de la ciudad, con la Catedral y la Alcazaba como protagonistas.

La posición del Ayuntamiento respecto a la implantación de una noria siempre ha sido favorable. Aunque su discurso ha incidido en la necesidad de ir más allá, defendiendo la propuesta que en su momento hizo uno de los empresarios vinculados al proyecto inicial, Santi Sardá, de instalar una noria fija de 100 metros dentro de una operación urbanística que incluía la creación de una gran plaza y una rampa de subida. La iniciativa, sin embargo, siempre encontró las reservas del Puerto.