La herida que el Covid ha dejado, por el momento, en las cuentas del Puerto de Málaga ya tienen números. 2,8 millones de euros son las pérdidas confirmadas por la Autoridad Portuaria al cierre del ejercicio pasado, en el que la pandemia dio al traste con todas las previsiones favorables de tráfico de mercancías y cruceros que había al inicio del ejercicio. De ello queda constancia en los ingresos de explotación, que pasan de los 20,1 millones de 2019 a los 15,5 millones del ejercicio pasado.

Un resultado que tiene toda la lógica dado el descenso generalizado que se produjo en casi toda la actividad portuaria, incluido el movimiento de mercancías, que descendió un 23% el ultimo año. En 2020 las toneladas fueron 2.757.703 frente a las 3.586.226 de 2019. Dentro de este apartado, es de valorar que la disminución sobre los granele sólidos, que representaron más de 1,4 millones de toneladas (cerca de la mitad de agroalimentario, con pienso y forrajes y cereales y su harina como principales materias), fuese de apenas un 2,5%. 

Muy superior fue la afectación en el tráfico de contenedores, con una caída del 56%. De las más de 1,4 millones de toneladas de 2019 se pasó el año pasado a 617.000. El descenso fue generalizado en las mensualidades salvo en abril, octubre y noviembre, donde hubo aumentos en los tráficos.

Sobre ello, los responsables del Puerto han valorado la apuesta que, a pesar de las dificultades, realizó compañía de transporte alemana Hapag Lloyd, con el inicio de su servicio Mediterranean Gulf Express con escala en Málaga. A esto hay que añadir la llegada de los buques portacontenedores Istanbul y London que, con sus 399 metros de eslora, fueron de los mayores recibidos en la historia del recinto portuario. Por el contrario, hay que destacar un crecimiento del 158,5% en tráfico de granel líquido, con 206.521 toneladas (80.000 en 2019), destacando el trafico de aceites.

En cuanto al tráfico de vehículos se vio seriamente mermado, con un 54,2% menos. Sobre ello, desde el Puerto se ha apuntado que esta disminución estuvo muy relacionada con el cierre de las fábricas a causa del Covid, provocando la cancelación temporal de la línea regular. La visión, en cualquier caso, empieza a ser algo más optimista, dado que el último cuatrimestre de 2020 se cerró con valores más favorables.

Diseño previsto para la marina de San Andrés.

La repercusión que las restricciones aplicadas durante buena parte del año pasado a la movilidad, con el objetivo de reducir la expansión del coronavirus, fue muy significativa en el tráfico de pasajeros del recinto malagueño. Y ello incluye la llegada de cruceristas. Apenas fueron 40.172 los pasajeros que arribaron al puerto en 19 escalas. La previsión con la que arrancó 2020 era la de alcanzar los 500.000 visitantes. También la línea regular Málaga-Melilla se resintió, un 60% menos de pasajeros, con un total de 164.715 pasajeros. En este caso, la caía tiene mucho que ver con el cierre de las fronteras con África. 

De otro lado, en su intervención, Rubio, que ha estado acompañado del director del recinto, José Moyano, ha defendido la apuesta para este año por nuevos proyectos, como la construcción de un hotel en la zona de Levante; la operación de Muelle Heredia, con el impulso de un complejo de oficinas, y la nueva gestión de la Casa de Botes. A estas iniciativas ha sumado el avance en el proyecto de construcción de un nuevo muelle polivalente, la búsqueda de espacios logísticos fuera del puerto y la apuesta por convertirse en referente de turismo náutico con la construcción de una marina en San Andrés.