El Puerto condiciona la concesión a la noria a que mueva parte de su estructura

La noria del puerto de Málaga, convertida tras más de tres años de actividad en icono visual de la capital de la Costa del Sol, se topa con nuevos problemas para normalizar su situación. Sustentada sobre una autorización excepcional que ya acumula casi cuatro meses de vigencia, la promotora de la atracción, Mederyt, sigue a la espera de que el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria le otorgue una concesión demanial del suelo sobre el que se levanta desde mediados de 2015.

Pero el procedimiento, que quedó activado a principios del pasado mes de octubre, no solo sigue sin resolverse, sino que va a obligar a la mercantil a mover parte de la estructura. En concreto, según pudo saber este periódico de varias fuentes consultadas, el informe emitido por los responsables del Puerto establece una serie de condicionantes a la petición, entre las que se encuentra la advertencia de que parte de la base que sostiene la noria, de 70 metros de altura, supera la zona permitida de acuerdo con la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP).

Este periódico trató ayer, sin éxito, de contactar con el presidente del Puerto, Paulino Plata, para conocer los detalles. Quien sí emitió informa favorable a la propuesta, el pasado mes de diciembre, fue la Gerencia de Urbanismo, según confirmó el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares.

De manera precisa, las fuentes aludieron a la necesidad de que la empresa responsable de la atracción, Mederyt, tendrá que variar la actual localización de dos de sus patas si quiere que el Puerto valide la concesión de tres años solicitada. Sobre la incidencia que ello puede tener, fuentes de la firma consultadas le restaron importancia, apuntando que su condición de noria itinerante facilitará la maniobra. La misma, en cualquier caso, tendrá que ir acompañada de una serie de obras complementarias.

En cualquier caso, según las fuentes de la empresa consultadas por este periódico, se maneja la posibilidad de que durante un plazo máximo de un mes la noria deje de funcionar como atracción abierta al público, al objeto de responder a los condicionantes que se marquen. Ese plazo empezaría a contar, añadieron las fuentes, desde el momento en que el consejo portuario acuerde la concesión de los terrenos del Muelle Heredia.

El anuncio oficial activando la demanda de concesión realizada por Mederyt recogía la existencia de dos peticiones realizadas por la mercantil: el 5 de junio y el 7 de agosto pasados. La superficie objeto de concesión tiene una superficie de 2.001 metros cuadrados y se reclama para mantener en funcionamiento "la instalación de mirador panorámico (noria) y posterior uso por terceros".

Una vez superado este periodo de información pública, así como contestadas las observaciones que haya, corresponderá al Consejo de la Administración del Puerto la toma de la decisión definitiva. Justamente la sesión del consejo que tuvo lugar a finales de junio tuvo sobre la mesa la primera de las peticiones de Mederyt para disponer de esta misma concesión. Sin embargo, tras realizar un análisis jurídico se confirmó que la ocupación de la noria aún tenía vigente una autorización que expira este mes de octubre.

A priori, a los tres años de concesión demandados podría sumarse una prórroga posterior de otros 18 meses. Una de las cuestiones que generaron dudas era el compromiso de la empresa a devolver el suelo si el Puerto lo reclamaba a partir del primer año de la concesión. La localización forma parte de una de las piezas clave de la operación puerto-ciudad. De hecho, sobre este espacio el actual planeamiento dibuja un gran complejo de oficinas y uso comercial (el Puerto apuesta más por reconvertir el uso a comercial).