Ropa con segunda vida

Basta hacer un pequeño recorrido por el centro de la ciudad para encontrar numerosas tiendas que siguen una dinámica distinta a las tradicionales. Se trata de los establecimientos de ropa de segunda mano. Cada vez son más los que apuestan por comprar ropa usada, y la crisis tiene cierta culpa en ello. Javier Villanueva, propietario de la tienda Flamingos Vintage Kilo, que se inauguró hace dos años y que se centra en vender ropa vintage de más de 20 años de antigüedad, asegura que la crisis "no nos ha venido bien, pero siempre está bien que la gente vuelva y entienda lo que cuestan las cosas y no se gasten barbaridades como se gastaban antes".

La ropa procede de Estados Unidos y se caracteriza porque es la única que vende al peso. A su vez, la presencia de la tienda en redes sociales es un gran apoyo para que cada vez sean más personas las que apuesten por Flamingos. El perfil de las personas que acuden es "desde gente joven que busca lo que está de moda hasta gente mayor que lo que busca es el precio tan barato que a lo que se vende en tienda de calidad". Es la época del año la que decide el tipo de prenda que se vende más, ya que "en verano se venden mucho las camisas hawaianas y en invierno las chaquetas vaqueras, mientras que los precios oscilan desde los 5 hasta los 30 euros".

Por otro lado, la tienda benéfica Fundación Cudeca, al lado de la Plaza de la Merced que lleva poco más de un año abierta, "se caracteriza por ser una tienda de segunda mano diferente", según cuenta la empleada Ana Marcuartu, ya que los productos que se venden son donados y constituyen una importante fuente de financiación en la lucha de la fundación contra el cáncer. Asegura que, con la crisis, "la gente ha empezado a entender la filosofía de la segunda mano, y tenemos cada vez más donantes". Los productos estrella son la ropa, el menaje, libros, cuadros y muebles, que oscilan entre los 4 y 12 euros, pero lo que no aceptan son aparatos eléctricos "ya que no podemos ofrecer una garantía" y enciclopedias, "porque no se venden y ocupan mucho espacio".

El cliente "normalmente es mujer, pero últimamente viene mucha gente joven, y también muchos chicos jóvenes". Una de las tiendas de segunda mano más veteranas en el centro es Época Segunda Mano, que lleva abierta desde 1994, y a la que la crisis ha afectado de forma que "las personas se han sensibilizado y hemos tenido una clientela más amplia" afirma una de sus socias.

Se diferencia del resto en que "se selecciona muy bien, y si hace falta coser y transformar algo también lo hacemos". El motivo por el que la gente acude es "porque aquí hay cosas que no se encuentran en otros sitios y aquí son más originales". Predominan los pantalones Levi's, bolsos y prendas de piel que provienen de Italia y Estados Unidos, y que van desde los 10 hasta los 25 euros.