Salir a las seis ¿Oportunidad real o brindis al sol?
Expertos malagueños valoran la propuesta de la ministra de Empleo de acabar la jornada laboral antes para poder conciliar con la familia
Adelantar el horario de cierre del trabajo a las seis de la tarde. Es la medida que anunció este pasado lunes la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en el Congreso para intentar conciliar mejor la vida laboral y familiar y para adaptar el país a los horarios laborales europeos. No es la primera vez que se habla de esta materia ni será la última. Hace unos meses ya se abrió un debate en España sobre la necesidad de cambiar el huso horario y tener el mismo de Portugal o el Reino Unido, el que correspondería al país por su situación geográfica. Báñez volvió a abrir el melón el lunes, pero no aportó ninguna idea concreta sino la necesidad de hacer un pacto nacional. "Alguno tiene que dar el primer paso", comentó la ministra.
La idea, en general, es un tanto ambigua. Sería de fácil aplicación en la Administración -que normalmente sale a las tres de trabajar-, en el trabajo de oficina o, en cierta medida, en el comercio aunque ello implicara una sensación extraña, principalmente en verano. En la hostelería, obviamente, no tendría sentido. ¿Cómo se ha recibido el anuncio en Málaga? La respuesta es un tanto tibia porque si bien todos los profesionales consultados por este diario coinciden en la necesidad de defender una mayor conciliación de la vida laboral y familiar, ponerlo en práctica no es sencillo, máxime en una provincia que vive del turismo y el sector servicios. En cualquier caso, el denominador común es que cualquier medida de este tipo no puede ser impuesta por el Gobierno sino consensuada entre todos, incluso a escala individual en cada compañía entre la dirección de recursos humanos y la plantilla.
"Nos mostramos a favor de abordar esta cuestión pero teniendo en cuenta algunas consideraciones", explica Natalia Sánchez, vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), entre las que destaca que "habría que considerar que esta concentración de jornada tendría que plantearse de forma distinta en función de cada sector de actividad y sus particularidades". La vicepresidenta de la patronal malagueña recuerda que "conviene tener en cuenta que concentrar la jornada laboral supone un cambio de hábitos y costumbres que convierte esta cuestión en un cambio social a todos los efectos". "Es por ello que requiere de planificación y tiempo para una plena adaptación y la adopción de medidas tales como la adaptación al huso horario de Portugal e Inglaterra y la consecución de un pacto de Estado que facilite una adecuación también de los horarios de las actividades promovidas por la propia Administración, de los horarios de los programación televisiva de prime time, etcétera". Esta es la opinión de la patronal, pero ¿qué piensan los máximos responsables de los distintos sectores productivos en Málaga? Enrique Gil, presidente de la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma), afirma que "no me parece mal adelantar el horario si hay consenso", aunque reconoce que "tengo 60 años, siempre he vivido esto y será extraño". "Pero todo es cuestión de acostumbrarse. Antes pagaba menos impuestos que ahora y nos hemos acostumbrado", dice entre risas. El presidente de esta patronal afirma que si el comercio cierra antes tendrá que abrir también antes, pero piensa que la medida no tendría éxito "en un clima mediterráneo como en el que vivimos". En la construcción ese adelanto horario no tendría una especial relevancia porque, como explica Emilio López, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, "en la obra el horario normal es de 8:00 u 8:30 a 17:00 o 18:00, aunque sí habría que estudiarlo en el horario de oficina". No obstante, López considera que "lo importante no es el horario, sino la productividad de cada trabajador incluyendo a los directivos" y tiene claro que cualquier solución que se adopte en el conjunto nacional "no debe ser a través de una imposición, sino que cada empresa lo negocie de forma independiente".
En el turismo y la hostelería, directamente, no lo ven porque atienden a los clientes a cualquier hora del día durante todos los días del año. "Damos un servicio de 24 horas y 365 días al año. Los directivos podrán irse a casa antes, pero no es para nosotros. Es más para oficinas", relata Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) quien, no obstante, piensa que adelantar el horario de cierre "es positivo para la conciliación". "Solo hay que ver de los Pirineos para arriba que ese horario lleva mucho tiempo y sería productivo para la sociedad en general". Jesús Sánchez, presidente de la patronal hostelera Mahos, va en la misma línea. "Puede que funcionara a nivel de oficina o industria, pero en Málaga y en el conjunto de Andalucía tendría poco efecto porque vivimos del turismo y la hostelería", dice. Sánchez afirma que vivió siete años entre Alemania y Suecia "y a las seis cierra el personal relacionado con oficinas, pero las tiendas siguen abiertas hasta las nueve de la noche y hay supermercados que hasta las diez de la noche".
A escala industrial, Sergio Cuberos, directivo de la asociación de polígonos de Málaga y propietario de la cadena de supermercados Maskomo, ve necesaria una fuerte adaptación. "Todo lo que sea una mejora para nuestros trabajadores es fantástico, pero las cosas hay que hacerlas paso a paso, que se acostumbre la gente y que toda la sociedad se involucre. Tendríamos que acostumbrarnos a comer fuera de casa para empezar a las ocho de la mañana y acabar antes de las seis", subraya. Cuberos hace hincapié además en que la situación varía en función del lugar. En un sitio como Málaga, "si todo cierra a las seis te aburres como una marmota, sobre todo en verano cuando quedan cuatro o cinco horas de sol, por lo que tiene que haber una oferta de ocio abierta". En este sentido, Cuberos no ve inconvenientes desde el punto de vista empresarial a ese cambio de hábitos, pero sí la obligación de adaptarse.
Los trabajadores también tienen algo que decir porque son los principales beneficiados o afectados por la medida. Los representantes sindicales coinciden en que la medida de la ministra Báñez es buena en el fondo, pero no se la creen. "Hay que dar soluciones a la falta de conciliación pero este problema que tenemos todos no se solventa ni con ocurrencias ni con medidas aisladas ni de manera autónoma. Es un ámbito de negociación colectiva y llama mucho la atención que sea la ministra la que la proponga cuando el Gobierno ha acabado con la negociación colectiva y ha desarrollado una reforma laboral nefasta para los trabajadores", critica María Auxiliadora Jiménez, secretaria general de UGT en Málaga, quien acusa al Gobierno del PP de posibilitar contrataciones y horas extra sin contabilizar o de promover la libertad de horarios comerciales. "El anuncio de Báñez no es coherente con la política de empleo que ha llevado a cabo el Gobierno. Para hablar de conciliación hay que derogar primero la reforma laboral o ver qué tipo de empleo se está creando", continúa. Su homólogo en CCOO, Antonio Herrera, piensa igual. Cree que la propuesta de la ministra es "frívola" porque "lo primero que hay que hacer es cumplir las leyes laborales y quitar la reforma laboral porque no se puede conciliar si no hay trabajo o poca protección social". Según Herrera, lo prioritario es "modificar el modelo productivo y hacerlo más competitivo. Perseguir a empresas que no tengan planes de igualdad y luego vemos el horario entre el gobierno, las empresas y los sindicatos".
Salir a las seis de trabajar. Una oportunidad para muchos y un brindis al sol para otros. El horario español difiere del europeo, pero también el clima y la costumbre y contra eso es más difícil luchar.
El 52% de los empleados quiere cambiar horarios
El 52% de los trabajadores españoles desearía realizar más o menos horas que las que trabaja actualmente. Entre las principales razones para reducir la jornada están tener tiempo libre para uno mismo (69%) y poder realizar una mejor conciliación entre la vida familiar y el trabajo (65%), según un informe elaborado por la consultora Randstad presentado esta semana. El 36% de los empleados asegura que les gustaría tener una jornada de trabajo más flexible y un 16% está a favor de trabajar más horas unos días para descansar otros. La conciliación es clave a la hora de elegir una empresa para el 45% de los empleados.
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