20 AÑOS DE 'MÁLAGA HOY'

José Carlos Garín: “La Semana Santa de Málaga puede verse capitalizada por intereses ajenos”

El presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, en una imagen reciente. El presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, en una imagen reciente.

El presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, en una imagen reciente. / JAVIER ALBIÑANA (Málaga)

APUNTA el presidente de la Agrupación de Cofradías que, si bien la peatonalización del centro constituyó un detonante clave para la transformación urbana y económica de Málaga, es en los diez últimos años cuando, sin embargo, esta evolución se ha hecho más visible: “Los que ya tenemos una edad recordamos una ciudad especial, que de alguna forma podíamos reconocer más nuestra, más propia. Ahora compartimos la ciudad con mucha gente, pero es en la última década cuando este cambio se ha hecho más notorio”. Y apunta como motor de este crecimiento la definición de Málaga como destino de inversiones económicas: “No he seguido muy a fondo el planteamiento socieconómico de estos diez años, pero está claro que al final son las inversiones las que determinan en qué dirección va a crecer una ciudad. Y quien hace una determinada inversión y arriesga su capital, va a hacer todo lo posible para que la apuesta dé sus frutos. Así que, en gran medida, la ciudad que tenemos es consecuencia de las inversiones recibidas y del sentido en que esos recursos se han apostado”.

Del mismo modo, “la Semana Santa se ha ido ajustando a los tiempos en paralelo a la evolución de la ciudad. Las circunstancias y los riesgos que había que afrontar en los años 70, los 80 o los 90, no son los mismos que ahora”. Y el principal rasgo del nuevo paisaje en el mundo creciente es el que tiene que ver con la afluencia y la participación en la Semana Santa: “Tal y como señala en su último informe la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga, la afluencia en las procesiones de la Semana Santa de la ciudad creció un 58% entre 2018 y 2023. En 2018, asistieron unos 400.000 visitantes, mientras que en 2023 lo hicieron más de 600.000. De esta afluencia, el 54% corresponde a residentes en Málaga y su área metropolitana. Es decir, que el 46% restante corresponde a visitantes de otras procedencias, quienes por lo general prefieren ver las procesiones en el centro histórico en lugar de hacerlo en los barrios. Inevitablemente, esto genera ciertas incomodidades, con lo que la saturación de los últimos años no puede achacarse únicamente al diseño del recorrido oficial”.

Así, el mundo cofrade se ha visto obligado a asumir coordenadas determinantes en distintos sentidos: “A nivel de organización, hace unos años ni siquiera se hablaba de seguridad. Ahora, sin embargo, la seguridad está en el centro de todas las decisiones con una legislación muy detallada al respecto. A nivel interno, las cofradías han hecho un gran esfuerzo para la formación de sus miembros, ya no sólo en lo referente al culto y la participación cristiana, también en lo relativo a la protección del patrimonio”.

Preguntado por los principales riesgos a los que se enfrenta la Semana Santa de Málaga en el futuro inmediato, Garín destaca “el peligro de que sea capitalizada por intereses ajenos a la fe y a la tradición. Es un riesgo real: la Semana Santa genera una inversión económica de 400 millones de euros cada año en Málaga. Así que, para no pocos agentes ajenos a la identidad propia de la Semana Santa, esta actividad resulta enormemente atractiva. Al mismo tiempo, hablamos de una inversión que las cofradías generan de manera altruista, con un retorno prácticamente nulo. Es evidente que la Semana Santa constituye un atractivo turístico de gran impacto, pero, al mismo tiempo, se trata de una manifestación de fe con un sentido muy claro para quienes participan en ella. Así que lo ideal sería encontrar un equilibrio que pudiera ser beneficioso para todas las partes pero que, por encima de cualquier otra consideración, garantizase la preservación de la identidad de la Semana Santa de Málaga contra las tentaciones de desvirtuarla”.

Ya desde una visión general de la ciudad y su evolución reciente, el presidente de la Agrupación de Cofradías recuerda que hace unos años “lo habitual cuando ibas al centro un sábado por la tarde o un domingo era encontrártelo todo vacío y cerrado. Es verdad que la situación actual, en la que tanto la afluencia de gente como la actividad comercial es constante, puede resultar incómoda. Seguramente, aquel rinconcito que considerabas tuyo ya se ha convertido en otra cosa o, directamente, no existe. Pero no hay que olvidar la oportunidad tan grande que ha significado esta transformación para el sector servicios. El centro sigue siendo atractivo para los malagueños, lo que pasa es que hay que aprender a moverse y a manejarse. Pasa un poco como con la Semana Santa, los atractivos están ahí, sólo que ahora hay saber afinar y tener claro a dónde acudir para encontrarlos”.

Preguntado por último por el futuro inmediato de la Agrupación de Cofradías, expresa José Carlos Garín su deseo de reforzar “la cohesión de la institución, que se trabaje todo de una manera coherente que haga prevalecer la unión de todos. A menudo, determinadas tensiones, como la que deriva de la atención de los medios de comunicación, lo hace más difícil. Pero estoy seguro de que encontraremos el modo de tener una Agrupación, como es mi deseo, muy cofrade”.

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