Sólo tres de cada cien coches registrados en las nueve grandes ciudades de Málaga cuenta con etiqueta CERO o ECO. Es decir, los coches amables con el medio ambiente –híbridos, puramente eléctricos o GLP– siguen siendo un porcentaje minúsculo dentro del parque automovilístico de Benalmádena, Estepona, Fuengirola, Marbella, Mijas, Málaga capital, Rincón de la Victoria, Torremolinos y Vélez-Málaga. O sea, las nueve grandes urbes que deberán poner en funcionamiento la Zona de Bajas Emisiones en 2024. 

Esto no debería ser demasiado preocupante, al menos durante los primeros años de acción de este 'gran hermano' de cámaras que perimetre los centros de las grandes ciudades en busca de los coches más contaminantes. Prácticamente todos los municipios pretenden imponer las restricciones de paso y estacionamiento paulatinamente, pero las indicaciones desde el Gobierno central son claras: con el paso de los años sólo deben pasar vehículos verdes y autorizados –en Málaga capital, por ejemplo, vecinos del Centro, aquellos que cuenten con aparcamiento, invitados puntuales de estos u otros casos excepcionales– por lo que el horizonte viene movido. 

De los 979.340 vehículos que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene registrados en las nueve grandes urbes de Málaga, 945.581 cuentan con etiquetas B, C o carecen de esta, es decir, están propulsados únicamente por motores térmicos, los mismos que tienen los años contados en el centro de las ciudades. 

Distintas áreas de la zona de bajas emisiones de Málaga.

No en todas las ciudades han delimitado cómo será el avance tanto temporal como espacial de sus Zonas de Bajas Emisiones, pero algunas como la capital, sí han detallado ya el mapa. Así, en lo que en los primeros compases solo delimitará la almendra central, con el paso de los años –todo indica que antes de 2030– acabará extendiéndose hasta La Malagueta, El Ejido o El Perchel. 

En Estepona, que es la primera de las ciudades en las que ya funciona la ZBE, han marcado el horizonte de 2026 como espacio para que no entre ningún coche sin etiqueta verde en el corazón del municipio. 

En el corto plazo –en 2024 deberán tenerla implantada las nueve urbes, aunque alguna haya pedido prórroga– y pese a que cada municipio podrá implantarlo de la manera que considere oportuno, lo cierto es que las directrices son claras: los más contaminantes se quedan fuera del centro y, con los años, deberán ir endureciendo las medidas. De los 979.340 vehículos de todos los tipos que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene registrados en las nueve grandes ciudades antes citadas, 323.747 no tienen etiqueta o es de tipo A, por lo que serán los primeros que se queden fuera, a tenor de lo que están haciendo los municipios que ya tienen definido sus categorías. Es decir, ya en el primer corte uno de cada tres vehículos está fuera de este telón de cámaras que pretende sacar las emisiones del centro. 

Rincón, la ciudad con mayor proporción de vehículos 'verdes'

Lo cierto es que, aunque las diferencias no son especialmente grandes, es Rincón de la Victoria la que cuenta con un parque de vehículos amistosos con el medio ambiente mayor en proporción al total de los registrados. En el municipio axárquico un 4,59% de los vehículos tiene etiqueta ECO o CERO pegada en sus lunas delanteras, dos puntos porcentuales más que en Fuengirola, a la cola provincia en estos términos, dónde sólo el 2,73% –con solo 1.630 vehículos con esta etiqueta– están propulsados por electricidad o gas, aunque sea parcialmente.  

En definitiva, aunque el salto más grande no se dé en 2024, con el paso de los años las restricciones sí que se se esperan complicadas en las grandes ciudades de Málaga, con un parque de coches antiguo y poco amigo del medio ambiente, sólo unos pocos usuarios –quizás los más pudientes, a razón del precio de los automóviles con etiquetas verdes– podrán acceder al corazón de la ciudad.